Higo seco: Bueno para los huesos y la tensión arterial

higo seco
Higo seco: Bueno para los huesos y la tensión arterial. El higo seco es una golosina natural y un cóctel de nutrientes, como vitaminas y minerales (calcio y magnesio especialmente). Incorporar los higos de una manera equilibrada a nuestra dieta es garantía de que estamos tomando un alimento nutritivo, saludable y con unos cuantos beneficios para nuestra salud. No solo es un buen aliado de nuestros huesos, también nos ayuda a prevenir las subidas de tensión y, en el caso concreto de la mujer, alivia el síndrome premenstrual.
 
Por el contenido en azúcares de esta golosina natural su consumo debe ser moderado, pero descartar al higo seco de nuestra dieta nos dejará sin probar su particular sabor y su elevado valor nutricional, similar a los dátiles. Especialmente valorado por su contenido en calcio y magnesio, el higo seco también contiene vitaminas, antioxidantes y fibra. Un cóctel de nutrientes que se esconde detrás de su característico sabor, ideal para los momentos en los que nos apetece darle un toque dulce a nuestra dieta.
 
Por su especial aporte en calcio y magnesio –dos minerales a los que hay que tener muy en cuenta en etapas como la infancia-, el higo seco es un aliado de nuestros huesos, un remineralizante óseo. Tomar dos o tres higos secos rellenos de almendras aportan energía y ayuda a regenerar nuestros huesos. Un tentempié que, por ejemplo, tiene el mismo aporte de calcio que dos unidades de queso en porciones.
 
Si tenemos la tensión alta, el higo seco es un alimento a tener en cuenta por su aporte de potasio. En este caso, podemos añadir entre 1-2 higos a los cereales del desayuno. También son una opción para comerlo en bocadillo (higos con queso fresco).
 
No son los únicos beneficios del higo seco para nuestra salud. Así, el higo también puede ayudar a calmar los dolores de garganta y de tos. En este caso, se trata de obtener un jarabe natural, tras triturar unos higos secos, cocidos con un vaso de agua, con miel y zumo de limón.
 
A los higos también se les atribuye un efecto laxante. Especialmente indicado en las dietas pobres en vegetales –y que pueden favorecer la aparición de problemas de estreñimiento-, el higo seco es un potente laxante natural. Al magnesio se le atribuye un suave efecto laxante al estimular los movimientos intestinales. Lo más aconsejable es tomar un par de unidades con el yogur e introducir el pan de higo en la dieta.
 

Alivia el síndrome premenstrual

Su aporte en vitaminas –B6 y E-, así como magnesio, ayudan a aliviar las molestias de la menstruación y la sensibilidad de las mamas, por lo que en el caso de la mujer es un alimento al que debemos hacer un hueco en la dieta. A la vitamina E también se le atribuye una acción rejuvenecedora y anticancerígena.
 
Una pequeña fruta seca que no solo nos ayuda a calmar la tentación de caer en un picoteo menos saludable –bollería industrial, por ejemplo- cuando nos asalta el deseo de tomar algo dulce. Aunque es cierto que su aporte en azúcares es importante, prácticamente la mitad de su peso, no debemos olvidar que la premisa de una dieta sana y equilibrada es comer de todo de manera moderada.

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