La caminadora es uno de los aparatos de gimnasio más conocidos, pero ¿realmente sabemos aprovechar todo su potencial? Al igual que otros aparatos o herramientas de fitness es fundamental saber todas las prestaciones que nos brinda para aprovechar al cien por cien los beneficios de hacer ejercicio en la caminadora. Ello evitará que cometamos algunos errores que, entre otros riesgos, pueden hacer que el entrenamiento resulte monótono y aburrido. Vamos a descubrir cuáles son algunos de estos errores comunes.
Subirse a la caminadora sin calentamiento previo
Por muy sencillo que resulte el ejercicio que vamos a practicar el calentamiento previo es fundamental, la mejor manera de evitar lesiones o dolores musculares inesperados. De igual manera hay que empezar a caminar lentamente y subir la intensidad de manera progresiva, hasta alcanzar un ritmo moderado a los 5-10 minutos de llevar en la caminadora.
No utilizar la inclinación
Las caminadoras, además de la velocidad, permiten regular la inclinación, siendo un error dejarla siempre en cero. Esto permite imitar las resistencias que encontramos al correr al aire libre (viento, inclinación del terreno…). Para mejorar el entrenamiento conviene variar la inclinación (entre el 1 y el 2%), al igual que la velocidad. Aumentar ligeramente la inclinación ayuda a trabajar la resiencia y zonas musculares como los fermorales y los glúteos.
Correr de manera inadecuada
A medida que aumentamos el trote en la caminadora hay que adecuar el paso. Así, por ejemplo, si se dan pasos muy largos se tienden a hacer caer el peso del cuerpo hacia adelante. Al correr con la inclinación variada hay que reducir el tamaño de los pasos y mover más rápido las piernas. Al terminar hacerlo también de manera gradual, reduciendo la velocidad y el ritmo del paso, en lugar de detenerte de repente. Si mantienes el ritmo y la velocidad al que estás trotando o corriendo, hacerlo en el centro es más seguro.
Colocarse demasiado adelante
Otro error que no hay que cometer es el de caminar o trotar lo más cerca posible de la parte delantera de la caminadora, llegando incluso a agarrarse. Un error porque esto hará que trabajen solo las piernas, pero no los brazos. La mejor manera de mantener el ritmo, velocidad y postura corporal es situándose en el centro.
Repetir la misma rutina
Si el ejercicio se vuelve monótono se tiende a dejar y, lo que es peor, no reporta los beneficios esperados. Si tan solo utilizamos la caminadora para subirnos y empezar a andar e ir aumentando la velocidad durante un tiempo determinado no aprovechamos todo su potencial. Conviene marcarse un plan para realizar varias veces a la semana. La caminadora es una herramienta perfecta para el entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT). Si quieres aprovechar la caminadora para ponerte en forma y quemar calorías puedes seguir el siguiente plan: Empezar calentando durante unos minutos y, a continuación, correr rápido durante medio minuto; seguido de caminata rápida durante 60 segundos y otros 30 segundos de carrera y un minuto de caminata suave.
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