Ensaladas: Aumenta los nutrientes y reduce calorías. Compiten en sabores y en colores, pero no en calorías, y es que las ensaladas constituyen una fuente extraordinaria de vitaminas y minerales, entre otros nutrientes esenciales, y sin pasarnos de la raya con las calorías. Las ensaladas suman los beneficios de todos sus ingredientes, con la lechuga como el más tradicional, y constituyen un plato esencial en una dieta sana, equilibrada y que, al tiempo, nos ayude a mantener nuestro peso ideal.
¿Un alimento con pocas calorías y muchas vitaminas? Uno no, la suma de varios y, en concreto, la de los variados alimentos que se pueden combinar en una ensalada. Aunque comienzan a acaparar protagonismo en la dieta a medida que suben las temperaturas, lo cierto es que un plato saludable y un acompañamiento ideal durante cualquier época del año. Un plato del que podemos extraer innumerables beneficios, por sus efectos depurativos, antioxidante y diurético. Las ensaladas, además de ricas en agua y aceites esenciales, tienen un alto contenido en potasio. Las ensaladas, por su frescura, ayudan a la hidratación del organismo, al tiempo que son una excelente fuente de vitaminas y minerales. Su acción antioxidante es esencial para el corazón, ayudando a inhibir los efectos de los radicales libres.
Las ensaladas ayudan a regular la función intestinal, gracias a la fibra de los vegetales, y ayudan a controlar el apetito por su efecto saciante. Son además un aliado para combatir a un enemigo silencioso, el colesterol, y ayudan a prevenir la carencia de hierro o anemia. Incluir una ensalada diaria en nuestra dieta ayuda a evitar la retención de líquidos, factor de riesgo de hipertensión.
Ensaladas: Beneficios alimentos
Entre la variedad de ingredientes, la lechuga es uno de los más comunes, junto con la escarola, canónigos o espinacas, lo cierto es que la combinación de alimentos convierte a las ensaladas en un plato rico en vitaminas, al que es aconsejable regar con aceite de oliva. Además, las ensaladas son bajas en calorías, ideales para mantener nuestro peso o si estamos a dieta para perder los kilos de más. Nueces, pasas, quesos, legumbres, arroz, pasta, anchoas, además de otras verduras y hortalizas, como tomates, esparragos, zanahoria, canónigos , alcachofas o soja son un buen complemento, tanto por los beneficios de estos alimentos, como por la combinación de sabores. Y entre todos ellos, una apuesta segura, el color rojo de los tomates, ricos en licopeno, el encargado de retardar la oxidación de las células. El tomate, además de rico en sabor, es una fuente extra de vitaminas, hierro, magnesio, fósforo, potasio, sodio o calcio, entre otros minerales. El tomate además es un excelente estimular del colágeno, evitando la aparición de arrugas en la piel. Un tomate, además, solo tiene unas veinte calorías por cada cien gramos, ingrediente ideal para acompañar una dieta.
Los canónigos son ricos en vitamina C, mientras que la escarola aporta vitamina A, C, B1 y B2, además de ser rica en calcio y potasio. Las espinacas, además de vitaminas, nos aportan antioxidantes y yodo. Otros vegetales, como las alcachofas o el apio favorecen la digestión.
Y empezamos hablando de la lechuga, y con ella terminamos. Su lista de beneficios responde a por qué es un ingrediente esencial en una ensalada. Es rica en vitaminas (A, B, C y E), betacaroneno, fibra, hierro, calcio, magnesio, sodio y potasio. A la lechuga, no solo se le considera un alimento adelgazante, sino que es un potente antioxidante y además, mezclado con manzana, ayuda a reducir los síntomas de insomnio.