Dulces: ¿Cómo recortar calorías sin eliminarlos de la dieta? Si nos gustan los dulces y nos cuesta evitar la tentación, ya no hay por qué sentirse culpable. Darse un capricho dulce de vez en cuando sin que eso resienta nuestro peso es posible. Un primer consejo a tener en cuenta es que lo más recomendable es preparar los dulces y postres en casa, eligiendo los ingredientes y sustituyendo aquellos que sean más calóricos. Te damos algunas ideas para que tus dulces sean más ligeros.
¿Dulce y ligero? Sí, es posible, al menos recortar las calorías para que no tengamos que resistirnos a la tentación de comer dulce de vez en cuando sin sentir remordimientos, sobre todo cuando estamos a dieta para perder algunos kilos. La respuesta está en los ingredientes, en concreto en buscar aquellos que podamos sustituir por otros menos calóricos y sin que nuestra receta pierda sabor. Así, por ejemplo, para reducir las calorías de los dulces tradicionales, podemos sustituir parte de la harina de los bizcochos o magdalenas, entre otros, por zanahoria finamente rallada. A la hora de elegir las harinas siempre es más aconsejable optar por las integrales, ya que aunque tienen una cantidad similar de calorías son un buen aliado para mejorar el tránsito intestinal y facilitar la eliminación de grasas.
Los huevos son otro de los ingredientes esenciales en muchos dulces. En este caso, para restar calorías puedes sustituir la mitad de los huevos de la receta por solo las claras. Por lo que respecta al azúcar, parte de la cantidad que vayamos a utilizar la podemos sustituir por especias dulces, como la canela en polvo o el anís. Y para eliminar todo el azúcar, la mejor opción es un edulcorante natural como la estevia (una cucharadita de estevia blanca en polvo equivale a 200 gramos de azúcar). Otro ingrediente, la leche; en este caso, opta por la desnatada si quieres recortar algunas calorías. Por ejemplo, si vamos a preparar un pastel de queso, para rebajar las calorías de la nata podemos mezclarla, en la misma cantidad, con leche desnatada. Y en el caso del queso de untar, por leche evaporada y yogur desnatado.
No son los únicos trucos culinarios para que nuestros dulces caseros sean más ligeros. Así, por ejemplo, paras las natillas, podemos sustituir el huevo por maicena (seis cucharadas por cada litro de leche). Conseguiremos que espese igual la receta.
Manzana o aceite de oliva en lugar de mantequilla
La mantequilla es uno de los ingredientes de muchas recetas y que, en este caso, podemos sustituir por otras alternativas. Si por ejemplo vamos a preparar unas galletas caseras, podemos sustituir la mantequilla por una pasta elaborada con manzana triturada. Si optamos por hacer un bizcocho, en este caso se puede sustituir por aceite de oliva (entre tres y cuatro cucharadas de aceite de oliva por cada cucharada de mantequilla o margarina).
Sencillos trucos para que nuestras recetas sigan siendo igual de dulces e irresistibles, pero sin sumar demasiadas calorías. Sustituir algunos de los ingredientes por otros menos calóricos nos permitirá conseguir un producto más ligero, si perder sus cualidades de sabor y aroma. Además, nos permite conocer e incluir nuevos ingredientes en nuestras recetas tradicionales. Disfruta del dulce sin que tu peso se resienta.
