Mejor que tener que adelgazar es mantener una dieta equilibrada que te ayude a no engordar. Para ello, lo más importante es controlar lo que comemos y llevar a cabo estas 10 ideas para no engordar comiendo bien. ¡Apunta!
Tu objetivo principal debe ser seguir una dieta sana, equilibrada en nutrientes y variada. Mantener nuestro peso no significa que tengamos que hacer constantemente sacrificios o renunciar a lo que más nos gusta. Se trata, simplemente, de comer con moderación y de adoptar un cambio de actitud más saludable ante la comida, porque somos lo que comemos y como lo comemos.
El peso ideal es el resultado de comer variado, con moderación y calcular las calorías y raciones proporcionales al gasto energético. Si tomamos más calorías de las que necesitamos o gastamos, sin duda engordaremos. Aprender a comer de todo y no engordar, disfrutando de la comida y de los alimentos sanos, no sólo es posible, sino que es la mejor recomendación para cuidar nuestra figura y nuestra salud.
Toma nota de estos 10 consejos para disfrutar comiendo sin engordar un gramo.
1. Come comida de verdad
Evita los alimentos procesados y envasados y apuesta por una dieta rica en frutas y verduras, que además son bajas en calorías, ya que tienen más agua. Los vegetales de hojas verdes son imprescindibles una dieta sana: espinacas, endivias, acelgas serán tus mejores aliados. Mejor en crudo o cocinados al vapor que en sofritos. De igual manera, evita los alimentos con azúcares refinados o edulcorantes artificiales, todos disparan la insulina, y un nivel elevado de ésta se puede traducir en almacenamiento de grasa.
2. La verdura: el primer plato
Convierte a la verdura en el primer plato. Para comer más sano, hay la verdura debe ser la protagonista de tus platos, pasando la carne a ocupar el puesto de guarnición.
3. Raciones equilibradas
Lleva siempre a cabo la regla: una ración para cada cosa. Principalmente de lo que podemos comer libremente, frutas y verduras, sobre todo las de temporada ya que están en su máximo punto nutricional.
4. Come poco, más veces al día
Desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Haz 5 comidas al día (incorporando una ración de fruta o verdura en cada una) y no pasarás hambre ni engordarás, ya que mantendremos la insulina constante, evitando que el organismo demande más azúcar de forma urgente.
5. Desconfía de los productos light
Presta atención a los productos con etiqueta light, desnatados o bajos en grasas. Eliminar la grasa no los convierte en productos adelgazantes, ya que los hidratos de carbono también pueden engordar y algunos de estos productos compensan la reducción de gasas con un porcentaje mayor de hidratos y azúcares.
6. Si comes fuera, llévate un tupper
Comer de tupper en el trabajo tiene muchas ventajas, principalmente que es mucho más saludable. Para ello, llénalo de alimentos sanos, con ingredientes que aguanten a temperatura ambiente. El aliño, mejor añadirlo a la hora de comer; y de postre, fruta, yogur, un puñadito de frutos secos o queso fresco con miel.
7. Variedad de alimentos y colores
Cuanto más colorido sea tu plato, más nutritivo y saludable, y sobre todo, más nutrición aportarás a tu dieta y a tu salud. De hecho, elegir alimentos de diferentes colores (zanahorias, lechuga, remolacha…) es una decisión sabia para proteger al organismo de patologías crónicas.
Apúntate a los alimentos integrales. Conservan más cantidad de nutrientes y fibra que los refinados. Añade a tu dieta arroz integral, pasta integral, cereales de grano entero y aceites molidos de forma tradicional, ya que así los cereales mantienen más germen, fibra y vitaminas, y los aceites ácidos grasos más favorables.
9. Bacterias buenas
Microorganismos vivos que multiplican las cualidades nutricionales de los alimentos al fermentarlos. El yogur, el kéfir, la salsa de soja, son una buena fuente de vitamina B12 y además mejoran la digestión.
10. No comas entre horas
¿Comes por aburrimiento? Antes de caer en la tentación del picoteo hay que preguntarse si realmente tenemos hambre. Un consejo para acertar con la respuesta: si no tenemos hambre para comer una manzana, es que no la necesitamos.