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La dieta mediterránea es uno de los perfiles dietéticos más sanos y el mejor exponente del estilo de vida saludable. De hecho, está reconocida por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Una dieta que apuesta por una alimentación natural y variada, con una pirámide alimenticia en la que predominan las frutas y verduras, el aceite de oliva, los lácteos, pan y cereales y, por supuesto, una gran diversidad de granos. ¿Cuáles son los 7 granos imprescindibles de la dieta mediterránea?, y sobre todo, ¿cómo consumirlos? Granos con los que cada país de la cuenca mediterránea elabora algunas de sus recetas más típicas, cargadas de sabor y de beneficios para la salud. [/multipage]
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1. Trigo integral
El trigo, ingrediente esencial de la dieta mediterránea propia de la zona de Cerdeña (pan de grano entero), así como del norte de África donde elaboran el tradicional cúscus con sémola de trigo gordo. Un plato tradicional de la cocina marroquí que se mezcla con verduras o carne de cordero. [/multipage]
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2. Cebada
Propia de la zona de Túnez donde se elabora el tradicional pan de centeno cocido. En Grecia encontramos, también elaborados con cebada, los llamados bizcochos (similar al pan) que se combina en las ensaladas mediterráneas con tomate, queso y un buen chorro de aceite de oliva. [/multipage]
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3. Maíz
Con harina de maíz se elabora el pan de maíz dulce característico de la gastronomía mediterránea. También es un ingrediente de la tradicional receta de las gachas, denominadas kachamack en Turquía o polenta en Italia. Con papilla de maíz los griegos elaboran el conocido como katsamaki. [/multipage]
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4. Mijo
Aunque más ligado a la gastronomía asiática, lo cierto es que fue uno de los primeros granos en consumirse en la dieta mediterránea. De hecho, se considera el precursor de la polenta y el cuscús. Con mijo, por ejemplo, se elabora el postre italiano migliaccio, en forma de torta y típico del carnaval de Nápoles. [/multipage]
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5. Farro
Es el cereal más antiguo cultivado por el hambre, hace más de 12.000 años, siendo un ingrediente para elaborar el pan en Grecia y Roma. Entre las formas más típicas de incluir el farro en la dieta mediterránea, la sopa de farro, originaria de la Toscana italiana. Con farro también se elabora pasta fresca. [/multipage]
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6. Bulgur
Grano de trigo que se cuece a medias y, posteriormente, se deja secar. Es originario de Oriente Medio y de la zona norte de África. Se utiliza como ingrediente de platos como el cocido o las ensaladas. Uno de los platos más típicos de la gastronomía turca son los pilafs, elaborados con este grano. [/multipage]
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7. Arroz
El segundo cereal más cultivado tras la cebada, siendo un alimento esencial en la gastronomía de muchas culturas, como la asiática. Sin embargo, hay arroces de la dieta mediterránea que también merecen ser destacadas, como la paella española o el típico risotto de arroz italiano. [/multipage]
