La investigadora experta en cronobiología y fisiología Marta Garaulet de la Universidad de Harvard ha comprobado que el momento del día en que comemos tiene impacto en la asimilación de grasas. Cuanto más temprano comemos, más reducimos el riesgo de engordar.
Parece algo tan sencillo que no podíamos dejar de contártelo. Y es que si realizamos nuestras comidas temprano y dejamos un espacio entre la cena y el desayuno de más de 12 horas, ¡las calorías que consumimos nos engordan menos!. En un estudio con 420 personas, Garaulet y su equipo, perteneciente a las universidades de Harvard y Tufts, demostraron que los que comían antes de las tres de la tarde perdían más peso que los que lo hacían después, con la misma actividad física e ingesta de calorías.
Por tanto, no sólo es importante lo que comemos, sino a la hora en que lo hacemos. Resulta que nuestro cuerpo tiene una especie de reloj periférico en nuestro tejido adiposo que es el encargado de controlar en función de las horas lo que se gana o se pierde cuando comemos.
Por tanto, ¿cuáles son las claves para comer a la hora correcta?
Claves de la dieta de las horas:
- Haz un desayuno completo, siempre necesario en cualquier alimentación saludable
- Al medio día es el momento idóneo para comer carbohidratos (nunca por la noche)
- Si comes antes de las tres de la tarde, tu cuerpo metabolizará mejor los alimentos y éstos no te engordarán tanto. La hora idónea es entre la 13:00 y las 14:00.
- Nunca cenes después de las 20:00h. Esa es la hora límite.
- Y después de la cena sólo se permite beber agua, no comas nada más, ya que el intestino necesita descansar 12 horas entre la cena y el desayuno.
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