Dieta adelgazamiento: Pan, el aliado inesperado para no abandonarla. De hecho, el pan no solo no engorda, sino que reduce el riesgo de abandonar la dieta que estamos siguiendo. Puede resultar sorprendente, pero lo cierto es que este nuevo estudio no solo despeja los mitos sobre el consumo de pan y los kilos de más, sino que definitivamente lo avala como un alimento esencial en cualquier dieta sana y equilibrada, así como en las dietas bajas en calorías para recuperar nuestra figura.
Respaldado por la investigación llevada a cabo por la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital madrileño de La Paz, comer pan ayuda a seguir la dieta para perder peso, evitando como sucede en ocasiones abandonarla antes de haber conseguido el objetivo. El pan no engorda, pero tampoco interfiere en la pérdida de los kilos de más. La investigación se ha basado en comparar la utilidad de 2 dietas hipocalóricas equilibradas para el tratamiento de pacientes diagnosticados de sobrepeso y obesidad. En un caso se incluyó el consumo de pan y en el otro se excluyó. Un estudio en el que han participado más de 120 mujeres voluntarias durante un periodo de cuatro meses, distribuidas en dos grupos.
Tal y como recogen los resultados de esta investigación, publicada en Clinical Nutrition, de la Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo, cada grupo siguió dos dietas de 1.500 kilocalorías, con y sin pan. Un tratamiento dietético que se acompañó con la práctica de ejercicio físico y sesiones sobre educación nutricional.
La dieta, sumada al aprendizaje y puesta en práctica de otros hábitos saludables, se tradujo en una mejoría del estado nutricional de las participantes, sin que mediaran diferencias a tener en cuenta en la evolución de los denominados marcadores bioquímicos, antropométricos o inflamatorios. Todas las participantes consiguieron reducir su peso corporal (en torno a una media de cuatro kilos), así como el porcentaje de masa grasa, la grasa visceral y el perímetro de la cintura.
Sin embargo, lo más sorprendente del estudio, a la hora de comparar los resultados entre una y otra dieta (con y sin pan), resultó que la inclusión de este alimento en la dieta de adelgazamiento se traducía en interesantes beneficios. Así, el consumo de pan mejoró el perfil calórico y nutricional, al tiempo que aumentó la sensación de saciedad y de estar llena tras la comida, evitando comer más de lo necesario o ingerir más calorías de las que vamos a quemar a lo largo del día. Otro de los beneficios que reportó el consumo de pan está directamente relacionado con el cumplimiento de la dieta. Y es que comer pan hizo que se redujera el número de abandonos, el cual suele estar motivado por aburrimiento de la dieta o porque no se consiguen los resultados tan rápido como se esperaba. No obstante, la pérdida de peso será mucho más efectiva si se realiza de manera progresiva, sin perder la paciencia y, al tiempo, revisando nuestros hábitos de alimentación y modificando los posibles errores.
Así, según datos del estudio, de las 122 mujeres, 104 lo completaron, con 18 abandonos (13 en el grupo de la dieta sin pan y 4 en el grupo de la dieta con pan). La principal conclusión de este estudio es que el pan debe formar parte tanto de una dieta normal como de una de adelgazamiento, ya que se ha demostrado que no interfiere en la pérdida de peso y por lo tanto no está justificada su exclusión.