Si te has propuesto perder esos kilitos de más después de subirte a la báscula, toma nota de unas claves esenciales para que la dieta no te traiga de cabeza. Perder peso no significa dejar de comer determinados alimentos, sino de recortar las calorías siguiendo una dieta saludable y variada. Así, por ejemplo, seguir una dieta más verde (con más verduras) es una manera fácil de restar calorías, ganar nutrientes y además incluir alimentos diuréticos y depurativos.
Claves para adelgazar
- Come 5 veces al día: No te saltes las comidas, ni siquiera el desayuno, porque de lo contrario no podrás controlar el apetito entre horas durante el día y, por lo tanto, llegarás a la siguiente comida con ansiedad por comer. Apuesta por un desayuno completo y tentempiés ligeros a base de fruta, verduras y proteínas bajas en grasas a media mañana y media tarde.
- Bebe agua: Beber agua, al menos 8 vasos al día, es fundamental para mantener hidratado el organismo, pero es que además el agua tiene la capacidad de aumentar la sensación de saciedad del estómago, reduciendo el apetito y haciendo que comamos menos. Un truco: toma 2 vasos de agua antes de las comidas para conseguir el efecto de estómago más lleno. Entre horas también puedes tomar zumos naturales.
- Come más fibra: Los alimentos ricos en fibra facilitan el tránsito intestinal, equilibran la flora intestinal y evitan la retención de líquidos. Otro aliado, fibra soluble, es el alga espirulina.
- Come más fruta: Rica en agua y fibra, la fruta ayuda a adelgazar y aumenta la sensación de saciedad. Tómalas entre horas para controlar el apetito. Frutas como la piña o la papaya son especialmente depurativas. Otras opciones son las frutas del bosque (arándanos, grosellas, frambuesas…) o los cítricos (kiwi, naranja, pomelo…).
- Come lechuga: Acompañar los platos de una buena ración de lechuga es saciante. La lechuga, sin apenas calorías, es un buen acompañante de cualquier plato, sándwich y también como ingrediente de los deliciosos zumos verdes para adelgazar.
- Come despacio y mastica bien: Comer sin prisas, masticando bien cada bocado, es fundamental para no excederse con las comidas, ya que la sensación de saciedad llegará al cerebro a su debido tiempo. Si comemos muy deprisa, esta señal se retrasa, con lo aumentaremos la ingesta de calorías.
- Raciones moderadas: Para reducir las raciones un buen truco es utilizar platos más pequeños.
- Mejor pescado que carne: El pescado es rico en proteínas, como la carne, pero tiene menos grasa, con lo que se digiere mejor.
- Limita las grasas saturadas y trans: Las carnes grasas, embutidos, mantequilla y los productos procesados (sobre todo de los que contienen aceites vegetales de coco y de palma) pueden ser fuente de grasas saturadas, además de muchas calorías. Las grasas trans, por su parte, además de muchas calorías disparan el colesterol. Las encontramos en salas comerciales, galletas, bollería, fritos, precocinados…
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