Chucrut casero: Qué es, beneficios y cómo hacerlo

El chucrut es un alimento resultado de la fermentación del repollo o col y considerado un excelente probiótico que, además, aporta pocas calorías. Preparar un chucrut casero nos permite aprovechar mejor sus beneficios y obtener una guarnición perfecta para los platos de carne. De hecho, el chucrut es una receta originaria de Alemania para acompañar las salchichas o embutidos y que, gracias a las propiedades de sus ingredientes, puede reportar interesantes beneficios para la salud. Es un alimento apto para intolerantes al gluten. ¿Cómo preparar chucrut casero de forma fácil? Te contamos todo lo que aporta a tu dieta.

Beneficios de comer chucrut

Comer chucrut nos brinda nutrientes esenciales (vitaminas, minerales) y antioxidantes, a los que sumar los beneficios propios de los alimentos probióticos que, en especial, favorecen la presencia de bacterias buenas en el intestino (lactobacilos, bifidobacterias). Bacterias que reportan beneficios como:

  • Reforzar las defensas y reducir el riesgo de infecciones
  • Equilibrar la flora intestinal
  • Mejorar el proceso digestivo
  • Activar el metabolismo
  • Eliminar los desechos y favorecer la pérdida de peso
  • Evitar la aparición de bacterias perjudiciales para la salud (E.coli, por ejemplo)
  • Reducir la inflamación intestinal y mejorar los síntomas del intestino irritable
  • A las hojas de repollo además se le atribuyen propiedades anticancerígenas

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Receta de chucrut casero

El chucrut casero es fácil de preparar, aunque sí es cierto que requiere cierta paciencia en su elaboración. Los ingredientes que necesitamos son:

  • Repollo (2 kilos)
  • Sal (3 cucharadas)
  • El primer paso para la preparación del chucrut casero es trocear en tiras lo más pequeñas posible las hojas de repollo.
  • Colocar las hojas en un tarro de vidrio, añadir la sal y cubrir con un paño durante las siguientes 24 horas.
  • Para ayudar al proceso de fermentación conviene presionar cada pocas horas las hojas de repollo hacia el fondo del tarro.
  • Transcurrido este tiempo, comprobamos que el tarro ya está lleno con el jugo de las hojas de repollo. En caso contrario, añadimos un chorrito de agua con sal y lo dejamos fermentar.
  • Durante los días sucesivos conviene ir probando el cambio de sabor, y retirando los posibles desechos que se queden en la superficie.
  • El proceso de fermentación se prolongará durante unas 2-3 semanas más.
  • A partir de este momento, la col ya habrá fermentado lo suficiente y estará lista para comer. También se puede tomar el jugo liberado.

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