Cesta de la compra: Comer bien sin desequilibrar el presupuesto. La recién aplicada subida del IVA también afecta a la cesta de la compra, con el incremento de dos puntos en el reducido (del 8 al 10%) y que es el que se aplica, entre otros productos de alimentación, a la carne, el pescado o el aceite. Esto, según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios, se puede traducir en una subida de solo 53 euros al año en la cesta de la compra. Y sin que nuestra dieta o menú diario pierda un ápice de variedad y, sobre todo, sin dejar de ser equilibrado y saludable.
La subida del IVA (del 18 al 21% el tipo general), en vigor desde el pasado día 1, toca directamente a nuestro bolsillo y a nuestro presupuesto familiar, y eso también incluye la cesta de la compra. Aunque es cierto que el tipo de IVA superrreducido se mantiene en el 4%, por lo que la subida no afecta a productos básicos como el pan, la leche, la harina, las frutas y verduras, la leche, las legumbres, los quesos y los cereales, sí repercute en otros alimentos el IVA reducido (el cual pasa del 8 al 10%). Alimentos como el pescado y la carne, el aceite, galletas, café, pasta, azúcar o yogures. ¿Cómo conseguir que nuestra dieta siga siendo sana y variada sin que nos suponga un aumento del coste desmesurado? Es posible. De hecho, según la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, siguiendo las recomendaciones de los expertos en nutrición nuestra dieta seguirá siendo saludable y con solo un aumento de 53 euros al año en la cesta de la compra.
Una dieta donde no falten las frutas y verduras (cinco piezas al día, las de temporada son las que están a mejor precio), las legumbres (entre dos y tres veces por semana) o los cereales. Es aconsejable realizar cinco comidas al día: desayuno, almuerzo, comida, merienda (para los niños) y cena. En todas, el pan, las verduras (como plato o como complemento) y las frutas (tres piezas al día y un yogur) son esenciales. Precisamente, los alimentos más naturales, y cuyo consumo es premisa básica de una dieta saludable, no se encarecen, por lo que tal y como apuntan los especialistas en nutrición, el evitar el encarecimiento de la cesta de la compra puede ser un buen argumento para modificar ciertos hábitos alimenticios y optar por alimentos más naturales y de temporada.
Pasemos al capítulo de la carne y el pescado. Es cierto que estos alimentos suben, pero no en la misma medida y algunos son más saludables, por su menor contenido en grasas, como es el caso del pollo, pavo (retirar la grasa de debajo de la piel) o conejo. Las carnes magras tienen menos grasas, frente a las procesadas que además tienen más sal.
En el caso del pescado, no solo existe la merluza, un pescado que suele ser más caro que el resto. Otras variedades que podemos incluir en nuestra dieta y que también nos aportan nutrientes esenciales, entre ellos los ácidos grasos Omega 3, son el pescado azul (sardinas, boquerones), el cual suele ser más barato. Dentro de los pescados blancos, variedades como panga o la perca, sin olvidar los pescados de piscifactoría como salmón, dorada o trucha. ¿Y el pescado congelado? También es una opción, porque no pierde calidad nutricional.
Sin embargo, aunque conocemos la teoría, no siempre nos mantenemos constantes en unos hábitos saludables. Llevar una dieta desequilibrada aumenta los riesgos de padecer problemas de sobrepeso u obesidad, diabetes, hipertensión o problemas cardiovasculares, entre otros.