Tendemos a pasarlo por alto, pero las bebidas también están entre los alimentos que más engordan y que, por tanto, pueden dar al traste con nuestra dieta. A la hora de sumar calorías no hay que olvidar las bebidas, pero ¿cuáles son las más calóricas?, ¿cuáles son las que hay que evitar para mantener nuestro peso? Tomamos nota.
¿Agua, té o refresco? La pregunta no es banal, sobre todo si estamos a dieta, y es que la elección en este caso también es una cuestión de calorías. Tanto si estamos a dieta como si queremos mantener nuestro peso, hay que cuidar la ingesta de calorías, es decir, comer de todo pero sin sobrepasarnos en las necesidades energéticas, ya que todo lo que no consume se acumula, y de ahí los kilos de másy la aparición de grasa en determinadas zonas rebeldes. Cuidar nuestra dieta pasa no solo por vigilar los alimentos que ingerimos –en una dieta sana deben prevalecer, por ejemplo, las frutas y verduras, y reducir la ingesta de grasas y azúcares-, sino también las bebidas.
Partiendo de que el agua es la bebida más saludable por excelencia, esencial para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, prácticamente todas las bebidas tienen calorías, en mayor o menor grado, y eso es precisamente lo que vamos a ver, las bebidas que más engordan y que pueden dar al traste con la dieta. Eso sí, también hay bebidas que pueden ser un excelente aliado para evitar el picoteo entre horas y aportar mayor saciedad a la hora de comer. Vamos a ver cuáles son las bebidas que conviene restringir en la dieta.
Bebidas que más engordan: ¿cuáles son?
- Aguas aromatizadas: las aguas con sabores a frutas tienen aproximadamente unas 150 calorías, es decir, tienen un elevado índice de azúcar. Es beber realizar nuestra propia bebida, sin añadirle azúcar, y solo con unas gotas de frutas como limón (adelgazante), naranjas o pomelos. La lista de frutas que ayudan a adelgazar te resultará interesante.
- Los refrescos: Salvo los refrescos light que son más bajos en calorías, estamos ante una bebida que, por su contenido en fructosa entre otros, puede llegar a ser una bomba de calorías. Una lata de refresco puede aportar hasta 130 calorías, lo mismo que tomarse tres sobres de azúcar. Los refrescos también puede provocar gases en el estómago e intestino.
- Té helado: Cuidado con los tés helados preparados, porque aunque pensemos lo contrario tienen bastantes calorías, en torno a las 250, y algo más de 50 gramos de azúcar. La mejor solución, para no renunciar al té, es prepararlo en casa sin azúcar, porque lo cierto es que el té activa el sistema nervioso central y acelera el metabolismo.
- Bebidas energéticas: Además de cafeína y estimulantes, las bebidas energéticas también contienen calorías, más de 250, por lo que conviene tomarlas con moderación (máximo una bebida cada dos días).
- Zumos de frutas envasados: La mejor opción es preparar el zumo de frutas en el momento y evitar añadirle azúcar, aprovechando todo el sabor de sus ingredientes. Y es que los zumos envasados pueden contener más azúcares de los que pensamos.
- Smoothies: Según su preparación, pero si le añadimos leche entera, helado y azúcar, las calorías pueden superar las 350. Eso sí, no hay por qué renunciar a ellos, ya que también podemos preparar smoothies bajos en calorías y a nuestro gusto (por ejemplo, con yogures desnatados, frutas y edulcorantes como la estevia).
- Chocolate en taza: Sin duda, el chocolate caliente es una delicia para combatir las bajas temperaturas, pero cuidado, porque puede ser una de las trampas del frío, ya que una taza de chocolate puede sumar más de 760 calorías (grasas, azúcares).
- Bebidas alcohólicas: Beber con moderación, no solo por cuestiones de salud, sino también para evitar sumar calorías innecesarias (calorías vacías). Lógicamente varía en función de la bebida, pero en términos medio ronda las 7 kilocalorías por gramo. Siempre es más recomendable una copa de vino o una caña de cerveza que otras bebidas alcohólicas más calóricas. Tanto para adelgazar como evitar engordar, modera el consumo de alcohol.
