La milenaria disciplina del yoga reporta múltiples, y constatados, beneficios para la salud física y el equilibrio mental. Su evolución a lo largo de los años ha permitido el surgimiento de nuevas disciplinas que, manteniendo la esencia del yoga, han desarrollado sus propias señas de identidad. Una de las modalidades de yoga más recientes es el Anusara Yoga, basada en la filosofía tántrica, y en la creencia de que la bondad está en todas partes, y en el Hatha yoga. La práctica se basa en la realización de movimientos armónicos y fluidos para favorecer la alineación del cuerpo y su principal beneficio es potenciar el crecimiento personal. De hecho, el término Anusara significa ‘fluir con gracia’. Está considerado como un tipo de yoga más espiritual.
Qué es
El Anusara Yoga es una modalidad creada en Estados Unidos en el año 1997 por John Friend, y que parte de la premisa de conectar con nuestro interior, con nuestra parte más espiritual, a través de las diferentes posturas. El Anusara Yoga favorece la liberación de tensiones, pensamientos negativos y ataduras que nos estancan en la zona de confort y nos impiden avanzar y crecer como personas. Al liberar nuestra parte más espiritual aumenta nuestra capacidad de conectar con los demás.
Beneficios
Liberar cuerpo y mente para dejar fluir la energía positiva. Es el principal beneficio que persigue la práctica de esta modalidad de yoga que aboga por recuperar los cinco sentidos para dejarse llevar por lo que nos dicta nuestro interior. A través de la alineación del cuerpo se favorece la flexibilidad, la concentración, la creatividad y la expresividad. Esto permite cambiar la forma de ver la realidad y focalizar la atención en lo realmente importante y positivo. Armonía, equilibrio, relajación y concentración son algunos de los beneficios que reporta. El yoga favorece el equilibrio físico y mental lo que proporciona una manera distinta de percibir las cosas y afrontar las situaciones.
Asanas Anusara Yoga
Combinar las asanas o posturas con la respiración es clave a la hora de realizar adecuadamente los ejercicios, si bien hay más de 250 posturas posibles para alcanzar la máxima conexión espiritual. Estas son algunas de las asanas más practicadas:
Ardha Chandrasana
Nos colocamos de pie, con las piernas separadas a la altura de la cadera y los brazos en cruz. Suavemente descendemos con el brazo derecho hasta tocar el suelo con los dedos de la mano. El otro brazo lo mantenemos estirado y levantamos la pierna izquierda hasta hacer un ángulo de 90 grados. Mantener la posición durante medio minuto y recuperar la posición inicial.
Ardha Mukha Shvanasana
Nos colocamos de pie, con las piernas ligeramente separadas, y doblamos suavemente el cuerpo estirando los brazos y hasta tocar el suelo con las palmas de las manos. La posición del cuerpo debe quedar en forma de V. Mantener la posición durante 20 segundos y recuperar la posición inicial.
Virbhadrasana
Nos colocamos de pie, con las piernas separadas a la altura de la cadera. Doblamos hacia adelante la pierna derecha, y la pierna izquierda la estiramos en la misma dirección. Colocamos los brazos en cruz y mantenemos la postura durante 30 segundos. A continuación, elevamos un brazo hacia el cielo, dirigiendo la mirada hacia el mismo lado. Hay que mantener la espalda recta. Mantener unos 10 segundos.
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