Con la llegada del frío apetecen los guisos llenos de proteínas y grasas que nos aportan calor y energía, pero que a veces engordan de más. Los cocidos, las lentejas con chorizo y las patatas con carne son para muchas los platos preferidos del invierno, pero abusar de ellos puede llevarnos a darnos una sorpresa ante la báscula. En realidad, comer caliente no se riñe con comer saludable. Te contamos qué alimentos puedes comer para combatir el frío sin engordar.
Sopas para combatir el frío
No hay nada mejor que una sopita para entrar en calor. Y es que los caldos calientes ayudan a mantener estable la temperatura corporal. Además, puedes hacer caldos y sopas de lo más saludables. La recomendación es que incluyas un cuenco de sopa en cada comida para sentir que entras en calor.
Por ejemplo, el caldo de pollo (hecho con carne y huesos de pollo naturales) es un gran aliado contra el frío y además tiene propiedades terapéuticas: es antiinflamatorio y combate las infecciones del aparato respiratorio, algo esencial en invierno. Si además le añades muchas verduras, le aportarás un boom de nutrición y defensas para tu cuerpo, ya que la mayoría de las verduras contienen vitaminas y minerales que son altamente terapéuticos para el organismo.
Agua tibia con limón en ayunas
Toma un vaso de agua tibia con un chorrito de jugo de limón al levantarte, unos 20 minutos antes del desayuno. Así ayudarás a mantener el ph de tu aparato digestivo y tu temperatura corporal se regulará adecuadamente a lo largo del día. Es un truco muy saludable que no aporta nada de calorías.
Guisos sin grasas
No renuncies a tus guisos de invierno preferidos, simplemente cocínalos con menos grasa. Cuando hagas un guiso desgrasa los caldos e intenta utilizar carnes magras que no contengan exceso de grasa.
Está claro que con el frío aumenta tu gasto calórico y, por lo tanto, tu necesidad energética. Por eso seguramente tengas más hambre que en verano y te apetezcan alimentos más densos, como las leguminosas. Come legumbres una o dos veces en semana y apuesta por las grasas buenas y saludables, como los pescados azules ricos en omega 3, las nueces o el aguacate. Te aportarán la energía calórica que necesitas para combatir el frío sin que desajusten tu peso ideal. Así que ya sabes, el tocino y el chorizo déjalos sólo para ocasiones especiales.
Infusiones calientes durante el día
Las infusiones ayudan a regular el metabolismo y muchas de ellas combaten los problemas que podemos encontrarnos con el frío, como el exceso de mucosa, los resfriados,el reúma… Toma una infusión caliente de hierbas medicinales después de cada comida o entre comidas. Sentirás que entras en calor sin necesidad de engordar un gramo.
Especias y condimentos naturales para entrar en calor
El ajo y la cebolla refuerzan el sistema inmune y tienen efectos antibióticos, por lo que son ideales para los meses de frío. Las especias un poco picantes como la pimienta o la cayena ayudan al cuerpo a entrar en calor, así como otras especias con sabores fuertes como la canela, que también es buena para adelgazar, el jengibre, el clavo o la cúrcuma, ayudan a mantener el cuerpo caliente durante el invierno y a que tu sistema inmunológico se fortalezca.
Usa todas estas especias en tus infusiones, en tus postres de invierno y en tus guisos salados. Por ejemplo, el jengibre aporta a los platillos un sabor delicioso y característico, es fabuloso para mantener la temperatura corporal caliente y ayuda mucho con los procesos catarrales que afectan a los pulmones.
Mantén a raya los lácteos
Aunque hay un poco de desacuerdo entre la comunidad científica a este respecto, muchos médicos no recomiendan el consumo excesivo de lácteos, mucho menos en invierno, porque favorecen la aparición de bacterias y mucosidad en el organismo.
Los que no están de acuerdo con esto aseguran que la aparición de mucosas no se debe a los lácteos en sí, sino a una intolerancia o alergia en la persona. Sea como sea, si cuando tomas lácteos observas que te acatarras con más facilidad y que tienes más mucosas, lo mejor es que los dejes a un lado en tu alimentación estos meses de frío y si lo crees necesario, acude a tu médico.
Hidrátate y mantén alto consumo de vitaminas
La hidratación interna es esencial para que nuestro cuerpo mantenga una temperatura adecuada cuando el clima es frío. Sin embargo, la sensación de sed en invierno es mucho menor que en verano y por ello tendemos a beber menos agua. Aquí es donde las infusiones y los caldos juegan un papel crucial en nuestra alimentación.
Además, las vitaminas nos ayudan a combatir las bacterias y virus que proliferan en invierno y a que nuestro cuerpo funcione correctamente, esencial para que pueda combatir el frío constante. Recuerda comer varias porciones de verduras al día y una o dos frutas diarias, principalmente las que contienen vitamina C como las naranjas y las mandarinas.
Ahora sí, ya estás lista para tener una alimentación este invierno que te ayude a combatir el frío sin engordar. Por cierto, el alcohol tampoco es amigo del frío ni de los kilos, aunque mucha gente piense lo contrario, ya que su efecto vasodilatador que en un principio nos da sensación de calor, hace que la sangre de las extremidades se concentre en los órganos vitales, favoreciendo una descompensación térmica en nuestro cuerpo.
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