Alergia alimentaria: Alimentos causantes según la edad

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Alergia alimentaria: Alimentos causantes según la edad. La alergia a los alimentos se puede definir como una reacción exagerada al contacto, inhalación o ingestión de un alimento. Pero, ¿qué alimentos están detrás de un problema que, según datos médicos, afecta aproximadamente al 8% de los adultos y al 3% de los niños? Las frutas ocupan el primer lugar en el caso de los alérgicos adultos, mientras que en el caso de los niños las principales alergias alimentarias tienen detrás al huevo y a la leche.
 
Controlar lo que comemos para evitar ingerir alguno de los alimentos que nos provocan alergia es el único tratamiento para combatirla, ya que de momento no hay una solución terapéutica definitiva para todos los tipos de alergias. Las alergias a los alimentos, las cuales afectan a cerca de dos millones de personas en nuestro país, pueden provocar reacciones leves o graves. En el primer caso, las más comunes son picor, erupciones, tos, urticaria, vómitos, diarrea o asma. En los casos de reacciones más graves pueden provocar hipotensión, dificultades para respirar, opresión torácica, mareos, palpitaciones o shock anafiláctico.
 

Pero, ¿qué alimentos están detrás de las alergias alimentarias?, ¿influye la edad? Lo cierto es que sí, porque mientras las frutas son el motivo principal de alergias alimentarias entre los adultos, en el caso de los más pequeños (especialmente en los primeros cinco años) suele ser a la leche y al huevo. Entre los cero y los dos años, la alergia al pescado es más persistente, mientras que la alergia a los frutos secos suele aparecer en la adolescencia.
 
Por su parte, entre los adultos, además de las frutas, también son causa de alergia los frutos secos, los mariscos y los pescados.
 
El diagnóstico certero de la alergia alimentaria no solo facilita el tratamiento, sino que ayuda a mejorar la calidad de vida de los alérgicos, los cuales se pueden ver limitados para realizar determinadas actividades sociales o de ocio, como el salir a comer fuera de casa, las fiestas o reuniones, o actividades tan cotidianas como el hacer la compra. En este último caso, las etiquetas de los alimentos son esenciales para los alérgicos, por lo que deben contener de manera clara y detallada toda la información relativa a los componentes. No hay que olvidar, y así lo subrayan los especialistas, que hay alimentos ocultos, es decir, contener fuentes de alérgenos que pueden estar enmascarados o no contemplados en la etiqueta, especialmente en los platos preparados.
 
No son los únicos motivos que pueden provocar una ingesta involuntaria, ya que el alimento puede contaminar a otros a través de los utensilios de cocina (plancha, batidora), e incluso aceites.
 

Inmunoterapia oral

La inmunoterapia oral, también denominada desensibilización con alimentos, es una terapia efectiva, según apuntan desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, en ocho de cada diez casos de alergia alimentaria, un problema de salud que en los últimos años ha ido en aumento (así lo constatan los datos del Informe Alergológica de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica que constatan que entre 1992 y 2005 el número de pacientes que acudían a consultar por alergia alimentaria han aumentado del 3,6 al 7,4%).
 
El excluir de la dieta directamente el alimento o alérgeno que provoca la reacción no siempre es fácil, ya que este puede consumirse por error o de manera accidental y provocar una reacción grave, especialmente cuando uno es alérgico a más de un alimento. La inmunoterapia oral se basa en administrar de manera progresiva y creciente cantidades del alérgeno para modular la respuesta inmunitaria y, de esta manera, inducir la tolerancia al alimento en cuestión.
 
Con el objetivo de mejorar el tratamiento, y no dejar solo a la exclusión del alimento la solución a la alergia alimentaria, desde los años 90 se viene investigando e implantación del denominado tratamiento activo o inmunoterapia oral.

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