Adelgazar: Alimentos que iluminan y reafirman la piel. La pérdida de peso, sobre todo cuando se sigue una dieta de adelgazamiento estricta, puede hacer que nuestra piel pierda firmeza –la temida flacidez– y, en el caso del rostro, luminosidad. La alimentación, al igual que tiene la llave en la pérdida de peso, también es un aliado de primera para cuidarnos por dentro y por fuera. Vitaminas, ácidos grasos esenciales y antioxidantes son tres de los nutrientes que no pueden faltar en nuestra dieta para perder peso sin que nuestra piel se resienta.
La despensa está llena de alimentos a los que sacarle el máximo partido, tanto para cuidarnos por dentro como por fuera. Uno de los efectos de las dietas de adelgazamiento, sobre todo en los regímenes calóricos más estrictos, puede ser la pérdida de firmeza de la piel o aparición de flacidez. La pérdida de peso puede notarse especialmente en el rostro, con la pérdida de luminosidad, aparición de manchas o las ojeras más marcadas. Para evitarlo, los alimentos son nuestro mejor aliado y, en concreto, nutrientes como los antioxidantes, las vitaminas o los ácidos grasos esenciales.
Entre los alimentos que no pueden faltar están las frutas y las verduras, como las zanahorias, las espinacas, los tomates, la calabaza y el brócoli. Entre los nutrientes que nos aportan están los carotenoides, vitamina C y licopeno (tomate). Otras hortalizas ricas en vitamina C son el pepino, las coles de Bruselas y los pimientos. Cebolla y ajo actúan como un iluminador natural y, por supuesto, frutas como las fresas, limones, naranjas, kiwis, melón y papaya, entre las variedades más ricas en vitamina C, carotenoides. Y en el caso de los fumadores, para minimizar riesgos y ganar luminosidad en la piel, las frutas más recomendables son los kiwis, granadas, fresas, arándanos y frambuesas. Las uvas, por su parte, contienen taninos, un potente antioxidante. Y la piña es rica en fibra y con efectos diuréticos.
Otros grupos de alimentos interesantes son los frutos secos y los aceites, los cuales además refuerzan la hidratación de la piel. Los aceites –soja, maíz y girasol- nos aportan vitamina E y coenzimas Q10. Los frutos secos como las nueces, semillas de girasol, pipas contienen selenio y vitamina E.
Si hablamos de firmeza en la piel no pueden faltar las proteínas. Los berberechos o las almejas, por ejemplo, nos reportan zinc; el pescado azul ácidos omega 3 y 6; y el pollo y el pavo, vitamina A. En esta lista también podemos incluir el germen de trigo, rico en vitamina E y zinc. La vitamina E, por cierto, protege el colágeno de la piel. Otro aliado para reafirmar la piel es el té verde, valorado por su contenido en quercitina, un flavonoide que bloquea los radicales libres que provocan la flacidez en la piel.
Alimentos a evitar
De igual manera que en una dieta sana, variada, equilibrada y que nos ayuda a cuidar nuestra piel no pueden faltar las frutas y verduras, hay algunos alimentos que, por el tipo de piel, conviene evitar. Así, si tenemos una piel grasa conviene reducir el consumo de grasas, embutidos, dulces y comidas precocinadas. En el caso de las pieles mixtas conviene controlar el consumo de cafeína, nicotina o alcohol, ya que aumentan la oxidación y la saturan de toxinas.
Un último consejo para el cuidado de nuestra piel, la hidratación. El agua, junto con los zumos o las infusiones, son un excelente aliado para reforzar la hidratación.
