Leer las etiquetas de los alimentos es fundamental para saber qué estamos comiendo. Además, tal y como han constatado los expertos en nutrición, leer las etiquetas ayuda a adelgazar, ya que es una buena manera de controlar las calorías y de vigilar que los alimentos que tomamos son lo más sanos y naturales posibles. Vamos a ver, a continuación, el listado de los 7 ingredientes que si aparecen en las etiquetas conviene mantener alejados, porque son de todo menos saludables, según subrayan los expertos.
- Carragenina: La carragenina es un aditivo alimentario, en concreto un espesante que puede aparecer en los productos lácteos, si bien los expertos en nutrición dudan de que sea saludable y seguro, siendo lo más recomendable evitar aquellos productos que lo incluyen en su composición.
- Colorante color caramelo: Aunque no hay estudios concluyentes sobre los efectos de este tipo de colorante, lo cierto es que los nutricionistas aconsejan evitarlo en la medida de lo posible.
- Edulcorantes artificiales: Son bajos en calorías, pero hay que tener cuidado, porque detrás de este reclamo del “cero calorías” puede que estemos haciendo un flaco favor a nuestra salud. Los expertos en nutrición señalan que el consumo de este tipo de edulcorantes pueden aumentar el riesgo de padecer diabetes de tipo 2, así como enmascarar la ingesta total de calorías que tomamos al día. No todos los edulcorantes artificiales son iguales, ya que algunos pueden tener un sabor hasta 700 veces más dulce que el azúcar tradicional, lo que despertará nuestras ganas de tomar más dulce.
- Grasas Trans: La mala fama las persigue, y no en vano conviene mantener alejadas este tipo de grasas para evitar aumentar los riesgos de padecer enfermedades del corazón.
- Azúcar: Si entre los primeros tres ingredientes de la etiqueta de un alimento aparece el azúcar, la mejor opción es no comprarlo.
- Glutamato monosódico (MSG): Generalmente, cuando aparece en la lista de ingredientes de un determinado alimento también suele llevar una carga mucho mayor de sodio. En la medida de lo posible, y al igual que con el resto de ingredientes que hemos visto hasta ahora, lo mejor es no hacerlo un hueco en la cesta de la compra.
- Jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF): Si aparece en la lista de ingredienes es la pista más fiable de que estamos ante un alimento o producto que ha sido muy procesado, lo que seguramente se traducirá en una mayor cantidad de azúcares añadidos. El jarabe de maíz no se limita a los refrescos y bebidas azucaradas. Así, por ejemplo, tal y como apuntan los expertos, también puede aparecer en penas de cereales, salsa de tomate y otras salsas de aderezo para las ensaladas.
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