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Aunque el desayuno es la comida más importante del día, también tendemos a cometer el error de elegir mal los alimentos o de saltárnosla directamente. El desayuno equivocado puede desequilibrar la dieta del resto del día, y a menudo es uno de los errores más comunes cuando se quiere bajar de peso. Un buen desayuno debe ser equilibrado, sano y nutritivo, y con el aporte de calorías adecuado. Si quieres ganar la batalla a la bascula, toma nota de las 6 cosas que no debes hacer. [/multipage]
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1. Saltarse el desayuno
El error más común es no comer nada o salir de casa con un simple café. Después de las horas de sueño nuestro cuerpo necesita recuperar la energía. Si nos lo saltamos solo conseguiremos llegar a la siguiente comida con más hambre. Saltarse las comidas es una de las principales causas del metabolismo lento, causando un estancamiento en nuestra dieta o incluso el riesgo de aumentar de peso. [/multipage]
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2. No beber agua
El primer paso para comenzar el día de manera correcta sería beber un vaso de agua tibia en ayunas para limpiar el cuerpo y mantenerlo hidratado. Puedes añadir zumo de limón para potenciar el efecto drenante y desintoxicante. No beber agua por la mañana aumenta el riesgo de deshidratación del organismo. Otra opción es tomar por la mañana una taza de té verde. [/multipage]
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3. Beber zumos envasados
Para que un desayuno sea nutritivo tiene que incluir fruta, ya sea al natural o tomada en zumos. En este caso, si queremos cuidar el peso y adelgazar lo mejor es optar por los zumos naturales y caseros, evitando los zumos de frutas envasados, que son ricos en azúcar. Puedes tomar un zumo de naranja o apostar por los zumos verdes. [/multipage]
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4. No tomar suficiente fibra
La fibra es esencial en el desayuno, ya que aumenta la sensación de saciedad y ayuda a nuestro cuerpo a reducir la absorción de grasas y azúcares. También mejora el tránsito intestinal y nos aporta energía para empezar el día. Puedes añadir unas cucharadas de granos enteros o copos de avena en un yogur bajo en grasa y tomar con una taza de té verde o café sin azúcar, y una fruta fresca. [/multipage]
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5. Evitar las galletas
Si estás a dieta, mejor evita las galletas en el desayuno, sustituyéndolas por cereales integrales, granos enteros o pan integral. Las galletas pueden contener demasiada azúcar, grasa y calorías. Además en este caso podemos errar con el número de galletas. Si comemos muchas, sumamos calorías. Si comemos pocas, podemos sentir hambre tan solo unas pocas horas después del desayuno. [/multipage]
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6. Olvidarse de las proteínas
El desayuno perfecto para perder peso debe incluir fibra, vitaminas y proteínas. Olvidarse de ellas es un error, ya que aumentan la sensación de saciedad durante toda la mañana. Podemos elegir un yogur o un poco de queso cottage con una cucharada de mermelada, para darle un toque dulce al desayuno. [/multipage]