El azúcar no goza de buena fama, pero no se trata de desterrarlo definitivamente de la dieta porque, como veremos, también hay razones saludables para consumirlo con moderación. Aquí tienes 5 buenos motivos para tomar azúcar, eso sí, sin pasarte.
El azúcar, sin quererlo, se ha ganado estar en la lista de los alimentos de los que no debemos abusar y al que incluso se recomienda evitar, especialmente si estamos siguiendo una dieta de adelgazamiento. Es decir, cuando pensamos en azúcar, inevitablemente, lo relacionamos con calorías y con kilos de más. Pero detrás de un terrón hay algo más que azúcar, y desde luego que no todo es negativo. Y es que, el azúcar, no debe eliminarse totalmente de la dieta porque, y siempre tomado con moderación, también cumple algunas funciones esenciales para garantizar el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Además, aunque sea uno de sus efectos menos conocidos, el azúcar ayuda a calmar el apetito. Vamos a ver, a continuación, las 5 razones que avalan tomar azúcar:
- El azúcar aporta energía: La sacarosa, o el azúcar, está formada por glucosa y fructosa, perteneciendo al grupo de los hidratos de carbono simples, es decir, se absorben muy rápidamente. La glucosa es fundamental para el organismo, ya que nos permite obtener energía para funciones tan importantes como la división celular, metabolismo, reparación de tejidos o la propia respiración, entre otros.
- Activar las neuronas: El azúcar es esencial para mantener la mente despierta, de hecho, la glucosa puede considerarse como el combustible de las neuronas. Hay que apuntar que las neuronas no tienen capacidad para almacenar la glucosa, por lo que necesitan un aporte constante con la sangre, procedente de los alimentos y de las reservas del hígado.
- Efecto relajante: Tomar azúcar en su justa medida, es decir, con moderación, tiene efecto relajante ya que nuestro sistema nervioso estará bien alimentado. Lo más recomendable, dentro de una dieta equilibrada, es tomar como máximo dos cucharadas de azúcar al día (no más de 30 gramos en una dieta de 2.000 calorías).
- Combate el cansancio y los mareos: Si nuestro organismo no recibe el aporte adecuado de azúcar, cuando los niveles de glucosa son muy bajos, puede producirse una hipoglucemia (la glucosa en sangre se sitúa por debajo de los 70 mg/dL). Tener la glucosa demasiado baja puede conllevar riesgos para el organismo. Así, por ejemplo, el cerebro sería uno de los órganos afectados, ya que como hemos señalado antes el cerebro necesita la glucosa como fuente de energía. Algunos de los síntomas de la falta de azúcar son visión doble, palidez, exceso de sudoración, dificultades para conciliar el sueño, dolores de cabeza y mayor irritabilidad.
- Ayuda a calmar el apetito: Sí, aunque sea uno de sus efectos menos conocidos. Y es que la falta de azúcar aumenta el apetito, con una mayor apetencia además por alimentos calóricos. Por este motivo, restringir o prohibir totalmente la ingesta de azúcar en la dieta puede tener un efecto inesperado, en concreto un efecto yoyó, con el que se termina comiendo alimentos más energéticos.
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