[galleria id=»19789″]Pasar de un liso a un rizado extremo es posible gracias a la permanente, una técnica de peinado ochentera que hoy revive actualizada entre muchas féminas. Te contamos algunos secretos detrás de esta seductora tendencia y algunas técnicas para que arrases en la pista de baile como lo hacían entonces.
Looks desenfadados, afros o simplemente con mucho volumen están de moda. Formar rizos significa romper algunos puentes de proteínas en el cabello antes de fijar la forma ondulada. Las técnicas actuales son similares a las tradicionales en su paso a paso, aunque ahora se introduce el llamado tioglicolato de amoniaco, el ingrediente activo en la loción para la permanente, que es capaz de remodelar el formato de las hebras.
La nueva técnica afro consiste en suministrar calor a las hebras durante el proceso de rizado. La diferencia con la técnica tradicional es que los denominados chumis, los accesorios que se utilizan para rizar el cabello, ahora son calentados a 150 grados, lo que mejora la fijación y reduce el tiempo en que se realiza.
La contrapartida es que los químicos pueden hacer más frágil el cabello y puede quedar quebradizo o con aspecto reseco, provocando además que algunas hebras caigan. No obstante, como alternativa, existe la permanente digital, que crea unas ondas más abiertas y naturales. Esta fórmula se realiza con chumis calientes pero sin químicos, sino con una luz led azul. El procedimiento es más benigno para el cabello, ya que se evitan daños en la fibra capilar.
No obstante, las permanente actuales proporcionan también elementos de cuidado del pelo, proteínas de seda que proporcionan una textura flexible, el aloe vera que proporciona humedad y aminoácidos que ayudan a mantener una melena viva y elástica.
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