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Uñas de gel, acrílicas o de porcelana: ¿Cuáles elegir? Tener unas uñas largas y fuertes es el sueño de muchas mujeres, pero con la actividad del día a día es muy complicado conseguirlo para muchas de de ellas. Por ello, cada vez tienen más éxito las uñas postizas. En los últimos tiempos han surgido muchas técnicas nuevas de uñas postizas que te permiten tener unas uñas largas, fuertes y sensuales por mucho tiempo. Pero, ¿qué opción elegir entre todas las que hay? Estas son las ventajas y los inconvenientes de las técnicas a las que más mujeres acuden: las uñas de gel, las de porcelana y las acrílicas.
Arreglarse las uñas puede convertirse en una pesadilla si tienes unas uñas frágiles que se rompen y se laminan… Pero las uñas postizas te permiten tener una manicura de ensueño y lucir unas uñas perfectas e infinitas aunque las tuyas estén débiles.
Uñas de gel
Son la opción más nueva y se están imponiendo a las más tradicionales. El acabado es impecable. Además de esta ventaja, otros beneficios de este tipo de técnica es que se colocan de una manera muy sencilla, siempre que lo haga un profesional especializado. Las uñas de gel paso a paso consisten en colocar sobre la uña un gel específico con un acabado perfecto que además protegerá la propia uña. En el aspecto económico, estas uñas resultan mucho más baratas en comparación con otros modelos de uñas postizas. El precio suele oscilar sobre los 25€, dependiendo del lugar donde elijas.
La técnica consiste en pegar las uñas postizas con una gota de gel, que se fija con una lámpara de pegado o de activado de gel.
Uñas de acrílico
El acrílico es un material que resulta de la mezcla de polímero en polvo y un líquido especial. La Esta solución se seca y da como resultado una capa con mucha consistencia y con una apariencia casi idéntica a la uña de la persona.
Las principales ventajas de las uñas de acrílico es que quedan perfectamente adaptadas a tu uña natural y, si las tratas de una manera adecuada y las cuidas, pueden llegarte a durar hasta seis meses. El inconveniente principal es que la colocación es mucho más compleja que en el caso de las uñas de gel y el precio es, por lo tanto, superior.
Uñas de porcelana
El método es muy similar a las uñas de acrílico, pero el material es algo más frágil. El compuesto que se utiliza en este caso es la fibra de vidrio, por lo que es más fácil que se rompan.
El acabado con este tipo de uñas es perfecto y la uña de porcelana se adhiere a la uña natural y ambas crecen juntas. Esto hace necesario el mantenimiento continuo para rellenar el hueco que queda al crecer.
Con cualquiera de las tres opciones tendrás unas uñas perfectas. Solo tienes que elegir cuál es la que más te conviene, elegir bien tu esmalte de uñas, hacerte una buena manicura y… ¡a lucir tus manos!