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Piel después del verano: Cuidados específicos. Tras el verano nuestra piel ha sufrido los efectos del sol y hay que cuidarla para que vuelva a lucir como antes de la época estival. Aunque no hayas ido a la playa ni hayas tomado durante horas el sol, tu piel ha sufrido los estragos de los rayos UVA, por lo que deberías seguir un tratamiento para mejorar tu piel. No sólo es importante la piel del rostro, sino también la de todo el cuerpo, para evitar esas feas manchas o que se reseque la piel. Por ello, te vamos a dar unos consejos para que después del verano, puedas volver a lucir una piel sana y cuidada. Luce una hidratada y luminosa.
Si se te han acabado ya las vacaciones de verano, y te estás preparando para el nuevo curso, lo primero que tienes que apuntar en tu agenda es cuidar y recuperar tu piel después de la época estival. Las primeras pistas que te va a dar tu piel para que la empieces a cuidar, son la aparición de grietas y manchas así como lucir un cutis reseco es otra de los aspectos que te tienen que hacer ponerte en guardia.
Lo que debes tener en cuenta, que no solo debes cuidar tu piel para evitar las antiestéticas consecuencias que trae la exposición al sol, sino porque puede ayudar a prevenir enfermedades futuras. Te vamos a indicar cuatro pasos que puedes seguir para cuidar tu piel, sobre todo la del rostro, que también te ayudará a mantener y prolongar el bonito bronceado que has logrado este verano:
- Limpieza: lo primero es eliminar las impurezas que se han ido acumulando durante los meses de verano. Para ello puedes utilizar una leche limpiadora que a menudo están enriquecidas con sustancias nutrientes e hidratantes. No olvides tener en cuenta tu tipo de piel, y si tu piel es grasa utiliza productos con sustancias astringentes. Si es piel seca debes comprarte una crema muy cremosa y con agentes nutritivos. Y si tu piel es sensible, busca un limpiador con principios calmantes. No olvides que después de la leche limpiadora es imprescindible utilizar un tónico para que elimine las últimas impurezas y revitalice la piel.
- Exfoliación: para conseguir una piel luminosa y suave, la exfoliación es un paso que no te puedes saltar. Para tener unos resultados adecuados, debes exfoliar tu rostro al menos una vez por semana, mediante movimientos rotatorios en las zonas con más predisposición a acumular impurezas. Uno de los mitos de la exfoliación, es que se va a perder el bronceado que tanto nos ha costado conseguir. No tengas miedo, puesto que las cremas exfoliantes tienen un efecto superficial y los pigmentos de melanina (que son los que te broncean) se encuentran en las capas más profundas de la piel.
- Hidratación: para dar elasticidad y flexibilidad a tu piel. Para hidratar debes utilizar una crema con principios activos emolientes y reparadores que contengan vitaminas, aceites, mantecas vegetales o aloe vera. Otro ingrediente que puede contener las cremas hidratantes es la silicona, que hace que las cremas resulten más aterciopeladas y agradables para aplicarlas sobre la piel. Además, ayudará a refrescar tu piel.
- Nutrición: tengas la piel que tengas, debes nutrirla ya que representa un tratamiento de choque para la piel dañada por el sol. Estas cremas nutritivas suelen contener vitaminas y extractos naturales que retrasan el envejecimiento de las células cutáneas. Estos productos se pueden aplicar tanto por la mañana como por la noche e incluso como base de maquillaje ya que no aporta grasa a la piel.
Si sigues estos pasos que te hemos indicado, harás frente a las consecuencias que puede ocasionar en tu piel el verano. Además, seguirás disfrutando de los beneficios del sol ya que te ayudará a mantener tu bronceado durante más tiempo.