La zona de los glúteos es muy sensible y se daña con facilidad. De cara al verano te aconsejamos tonificar los glúteos con diferentes mascarillas caseras. Uno de los principales problemas de las mujeres es la flacidez de glúteos. Esto es debido a la edad, a una mala alimentación, falta de movimiento… Hacer ejercicio regularmente es la mejor forma de combatir la flacidez, pero el deporte debe ir acompañado de diversos tratamientos de belleza como las mascarillas caseras para los glúteos.
Cómo combatir la flacidez de los glúteos
La piel firme siempre se ve más joven, pero con los años aparece la flacidez. Esto puede ser debido a diversos factores: genéticos, una pérdida brusca de peso, al paso de los años, a la falta de ejercicio, a una mala alimentación… La piel pierde firmeza debido a la disminución de los tejidos que le dan sostén, como la eslastina, las fibras musculares o el colágeno. Con los años las proteínas que mantienen la piel firme y «sujeta» a los músculos va perdiendo tonificación. En la zona de los glúteos también influye una disminución de la tensión muscular que hace que aumente el aspecto flácido.
Para combatir la flacidez debes hacer deporte de manera muy regular y llevar una dieta sana e hidratación constante. Además, debes utilizar productos reafirmantes de manera constante. Todo esto lo puedes acompañar de diversas mascarillas caseras para tonificar los glúteos.
Mascarilla de fresas y kiwi
Esta mascarilla es perfecta para tonificar los glúteos ya que estas frutas evitan la oxidación de las células y el envejecimiento, además refrescan, suavizan e hidratan la piel. El alto contenido en vitamina C, minerales y ácidos hace que se reduzca la inflamación. También ayudan a tonificar y dan elasticidad a la piel.
Ingredientes: 1 kiwi, un puñado de fresas y una cucharada de aceite de oliva.
Receta: coloca las fresas y el kiwi en una licuadora o batidora. Mezcla todos los ingredientes de manera homogénea y añade el aceite de oliva. Mezcla todo bien. A continuación, aplica la mascarilla sobre los glúteos y deja actuar unos 20 minutos. Luego debes enjuagar con agua muy fría. Puedes realizar esta mascarilla dos veces por semana.
Mascarilla de manzana y melón
La manzana y el melón son dos frutas que combinadas te pueden ayudar a mejorar la flacidez y reafirmar el cuerpo.
Ingredientes: media manzana, un cucharadita de aceite de oliva y una tajada fina de melón.
Receta: corta la manzana y el melón en trozos pequeños. La proporción de ambos debe ser simular. Mezcla las dos frutas y añade el aceite de oliva. A continuación, lo bates todo hasta que todos los ingredientes se integren bien. Aplica las mascarillas sobre las zonas que tengas flacidez como los glúteos. Deja actuar durante 20 minutos y retira con agua. Puedes realizar este tratamiento una o dos veces por semana.
Mascarilla de manzana roja
Esta mascarilla es muy eficaz y muy fácil de realizar. Es perfecta para tonificar los glúteos y suavizarlos.
Ingredientes: una manzana roja
Receta: corta la manzana en trozos pequeños. Después, la debes licuar hasta obtener una pasta. Aplica sobre los glúteos durante unos 25 minutos. Luego retira con abundante agua fría. Debes aplicar esta mascarilla unas tres veces por semana.
Mascarilla de yogurt y pepino
Para tener unos glúteos tonificados, tersos y suaves esta máscara es perfecta. Además, también sirve para la eliminación de toxinas.
Ingredientes: sábila, un yogurt, palta y un pepino.
Receta: Mezcla todos los ingredientes hasta conseguir una especie de crema. Aplica sobre la zona de los glúteos durante unos 10 minutos como mucho y luego enjuaga con agua muy fría.
Mascarilla de ciruelas, aceite de almendras y agua de rosas
La mascarilla de ciruelas, almendras y agua de rosas tiene un gran poder tonificante gracias al agua de rosas.
Ingredientes: ocho ciruelas medianas, 6 gotas de aceite de almendras y agua de rosas.
Receta: aplasta las ciruelas y las mezclas con seis gotas de aceite de almendras y un chorro de agua de rosas. Mezcla bien y aplica la crema sobre la zona de los glúteos durante unos 20 minutos. Luego enjuaga con agua fría y aplica sobre la piel unas gotas de agua de rosas con un ligero masaje.