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Los labios rojos siempre han sido un símbolo de poder, de sensualidad y de feminidad, por lo que tanto hombres como mujeres han querido incluso correr el riesgo de poner cualquier sustancia sobre sus labios para conseguir el tono escarlata. Eso sí, dependiendo de la época se ha enfocado desde un ámbito u otro, llegando a convertirlo en algo muy positivo o, por el contrario, en el mal encarnado. Te contamos la historia detrás del must de belleza más popular.
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Civilizaciones antiguas
Los cosméticos no son algo actual, sino que los primeros ya aparecieron en el 3.500 a.C. Egipto fue una de las civilizaciones que comenzaron a pintar sus labios de rojo, aunque quizá la más importante fue Grecia. En esta última, únicamente lo llevaban las prostitutas, pero unas muy distintas a las que podemos imaginarnos: unas con un gran poder legal. Fue en este contexto en el que se dictaminó una ley que prohibía a las prostitutas hacerse pasar por damas quitándose el pintalabios rojo, ya que era algo firmemente designado a ellas. En Roma también hubo de qué hablar, y es que servía para distinguir la clase social en ambos sexos. Eso sí, las sustancias empleadas no eran especialmente agradables, ya que se incluía sudor de ovejas y excrementos de cocodrilo.
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Edad Media
La religión no estaba a favor del maquillaje, ya que aseguraban que suponía desafiar a Dios. A pesar de ello, era un instrumento muy útil para distinguir las clases sociales con tonalidades concretas. Servía para distinguir clases sociales. Por ejemplo, las damas italianas utilizaban un tono rosa brillante, pero las clases bajas llevaban colores rojos terrosos.
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El Renacimiento
Fue la reina Isabel I la que oficialmente convirtió los labios carmesí en uno de los maquillajes clave en el año 1.500. Para ello, utilizaba una mezcla de cochinilla, clara de huevo, goma arábiga y leche de higo. No obstante, siempre hubo una presión detrás, y es que aseguraban que esos labios eran obra del diablo y que era pecado lucirlos. El resto de habitantes siguieron utilizándolos para distinguir clases sociales.
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1700
En 1770, el gobierno británico firmó una ley en la que se podía condenar a las mujeres que utilizaban barra de labios roja, ya que se presumía que lo utilizaban para seducir a los hombres mediante brujería. De hecho, un matrimonio podía llegar a ser anulado si el hombre lo pedía y aseguraba que su esposa había llevado ese color de labios antes de casarse.
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1800
La reina Victoria también marcó un momento esencial, y es que la cosmética comenzó a utilizarse en todo el mundo por su influencia. La primera barra de labios comercializada fue elaborada por la marca Guerlain en París, y estaba hecho con pomelo, mantequilla y cera. Eso sí, hay que destacar que estaba muy mal visto ponerse el labial en público, ya que se consideraba algo que debía ponerse en la más absoluta intimidad.
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Comienzos de 1900
En 1900 el maquillaje ya había sido socialmente aceptado, pero ciertas autoridades masculinas restringían el uso a las mujeres por razones morales y religiosas. Es precisamente esto lo que lo convierte en un símbolo de rebelión femenina, el hecho de llevar algo que no les estaba permitido. La parte negativa es que en esta época contenía algunos ingredientes tóxicos.
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1920-1930
En el momento en el que el que surge el cine mudo, sus estrellas comienzan a llevar labios oscuros. Tanto es así que Vogue llegó a afirmar que el pintalabios era el cosmético más importante para las mujeres. De hecho, fue fundamental para levantar el ánimo en la Gran Depresión.
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1940-1950
Con la Segunda Guerra Mundial, el pintalabios rojo fue utilizado para lanzar mensajes políticos a la sociedad e informar que comprar cosméticos y verse hermosas era parte de sus deberes cívicos para conseguir la victoria. Tanto fue así que el labial rojo pasó a llamarse “La victoria Roja”, e incluso se hicieron muchos comerciales para decir que se estaba luchando para que a mujer fuera hermosa bajo cualquier circunstancia. Poco a poco fueron surgiendo grandes estrellas como Marilyn Monroe que lo llevaban cada vez que podían.
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1960-1970
Con el estallido de la moda de lo natural fomentada por la cultura hippie, los rojos se quedaron apartados. Además, muchos grupos feministas denunciaron que la barra de labios estaba destinado únicamente para el placer de los hombres, lo cual cambiaría más adelante. Fue la época disco lo que la hizo volver, y esta vez con más fuerza que nunca apoyando la liberación femenina.
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1980-Actualidad
Ha habido grandes cambios en las preferencias del color, pero está claro que el pintalabios rojo siempre ha marcado un estado de ánimo o una personalidad concreta. Afortunadamente, hoy en día contamos con la seguridad de poder pintar nuestros labios sin que nos juzguen o persigan, ya que somos totalmente libres de expresarnos sin atender a nuestra clase social. ¡E incluso los hombres pueden hacerlo! Ha llevado muchos años y aún le queda mucho por decir, pero no cabe duda que llegar hasta nuestros días ya es un gran logro de los labios carmesí.
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