Todas hemos utilizado alguna vez una crema hidratante para conseguir una piel más suave y bonita, pero ¿realmente hacemos lo correcto? Según varios expertos, utilizar habitualmente estas cremas hace que nuestra piel se acostumbre a recibir todos los nutrientes que necesita y deja de producirlos por sí misma, es decir, se vuelve más perezosa. De hecho, se ha afirmado que sólo el 15% de las consumidoras necesita realmente este tipo de productos, por lo que lo mejor es moderar su uso y dejar que la piel vuelva a ser la que era. Si quieres conseguir una piel bonita de forma natural, te mostramos las formas de hidratar la piel sin usar cremas ni otros productos de belleza.
1. Tomar mucha agua
El agua es la principal fuente de hidratación del cuerpo humano, tanto interna como externamente. No solo es necesaria para realizar nuestras funciones vitales, sino que también va a formar una barrera junto a la piel capaz de volverla más flexible y protegerla de los rayos UV. Por supuesto, desde fuera vamos a detectarlo como una piel brillante y perfecta, ya que tomar la cantidad adecuada contribuye a su exfoliación natural.
2. Tomar complementos vitamínicos
Si queremos dar un pequeño empujón a la recuperación de nuestra piel, podemos acudir a complementos en forma de suplementos o pastillas. Entre las más efectivas encontramos la Vitamina E, la Vitamina A o el colágeno. No obstante, este último está recomendado únicamente en casos puntuales, ya que debemos ayudar a que el cuerpo genere por sí solo esta sustancia.
3. Aplicar aloe vera cada día antes de dormir
Ya conocemos los beneficios que nos ofrece el aloe vera, que se dan tanto en la salud como en la estética. Entre ellos encontramos precisamente el que nos interesa: hidratar la piel de una manera natural. Para aprovecharte de sus ventajas, lo ideal es que extraigas el gel directamente de la hoja, lo refrigeres durante un rato y lo apliques sobre tu piel justo antes de ir a dormir. Déjalo actuar durante unos 15 minutos y enjuaga tu cara con agua fría.
4. Lavarte la cara con agua fría y no secarla
Aunque en invierno no sea una de las soluciones más queridas, lo cierto es que lavarse la cara con agua fría estimula la circulación, ayudando a que las toxinas se transporten y expulsen de forma más eficiente. Con esto no solo ayudarás a eliminar los residuos, sino que también evitarás problemas tales como el acné. Es muy recomendable echar de vez en cuando unos cubitos en un bol con agua y lavarnos con ella cuando esté lo suficientemente fría. Esto te permitirá deshinchar los ojos, relajar la piel, eliminar el enrojecimiento y reducir los poros. Además, no secarla es fundamental para que la piel pueda absorber al máximo el líquido.
5. Aplicar aguacate para hidratar una vez a la semana
El aguacate es fantástico para nutrir la piel, ya que contiene grasas saludables y muchos nutrientes. Uno de ellos es el ácido oleico, el cual es capaz de permeabilizar la piel. Para aplicarlo correctamente solo tendrás triturar un poco, aplicarlo en tu rostro y dejarlo actuar unos minutos. Si además quieres exfoliarla, bastará con mezclarlo con un poco de azúcar o miel. Realiza esta rutina una vez a la semana y pronto visualizarás los resultados.
6. Cuidar la alimentación
Comer bien es fundamental, por lo que la dieta mediterránea será nuestra fiel aliada. Recuerda que lo más importante es comer de todo, pero equilibradamente. Por supuesto, las frutas y las legumbres deben estar siempre presentes y las grasas deben evitarse siempre que se pueda. Con esto no sólo ayudarás a hidratar tu piel, sino también tu cabello, tus uñas y todo tu organismo.