Flacidez corporal: A partir de qué edad se presenta y por qué

Seguro que cuando hablamos de flacidez corporal sabes a lo que nos referimos: a cuando el efecto de la gravedad comienza a hacer estragos en nuestra piel, mostrándola muy caída. Se trata de uno de los efectos indeseables que aparecen en nuestro cuerpo con el paso de los años. Pero, ¿realmente se debe únicamente al transcurso del tiempo? Te contamos a partir de qué edad se presenta la flacidez corporal y por qué.

Flacidez corporal y edad
Te habrás dado cuenta de que la flacidez corporal suele presentarse de una forma más evidente según va avanzando la edad de la persona en cuestión, y es que están íntimamente ligadas. Con el paso de los años va disminuyendo la musculatura, ya que la secreción de hormonas se va reduciendo y las glándulas se atrofian poco a poco. De hecho, en mujeres el efecto es mayor debido a que los estrógenos contienen una mayor cantidad de grasa que van a reforzar este efecto. Por otro lado, también se pierde información del ADN y las nuevas fibras no tienen un patrón a seguir como cuando somos más jóvenes.
Algunas de las zonas donde más se da es en el pecho, la barriga, el vientre, los párpados, las mejillas, la papada, las caras interiores de los brazos y muslos y las nalgas, aunque puede aparecer en cualquier otra parte. Estos cambios comienzan a darse entre los 40 y los 50 años principalmente, aunque puede comenzar a mostrarse mucho antes.

¿Sólo tiene que ver con la edad?
La flacidez corporal no tiene que ver tanto con la edad como con el estilo de vida, y es que hay una serie de factores que favorecen su aparición o, en el mejor de los casos, lo posponen. Los principales elementos vinculados a este efecto en la piel son los siguientes:
Tono muscular: La falta de ejercicio hace que los músculos no queden correctamente definidos y, por lo tanto, las fibras se relajan y la piel se reblandece al no utilizar toda su capacidad. Llevar un estilo de vida sedentario es una de las principales causas de su aparición.
Exceso de grasa: La fuerza de la gravedad y el peso extra que supone la acumulación de grasa hace que la piel tienda a caer hacia abajo.
Deshidratación: No beber agua suficiente provoca que las células no se renueven y, por tanto, las fibras se deterioren. Esto también supone que la generación de colágeno se verá muy reducida, eliminando gran parte de la elasticidad y luminosidad de la piel.
Adelgazar muy rápido: Tan malo es el exceso de grasa como perderla de golpe, y es que no dejamos tiempo al cuerpo a adaptarse a su nueva forma. Esto suele darse especialmente en los embarazos, aunque también en mujeres que siguen una dieta muy estricta.
Exposición solar: Recibir demasiado sol hace que las fibras de elastina se tornen rígidas, provocando su flacidez.
Enfermedad: Por supuesto, si padeces una enfermedad relacionada con la piel o el peso seguramente tendrá una gran influencia.

Cómo prevenirla
Sabiendo todo lo que provoca la flacidez corporal, sabrás cómo puedes evitarla. Una de las acciones fundamentales es hacer ejercicio para tonificar los músculos, hidratarse tanto bebiendo agua como aplicando cremas corporales apropiadas para ello, seguir una dieta adecuada y no tomar el sol en exceso, protegiéndonos a diario de él.

¿Qué te ha parecido este artículo? Te recomendamos que también le eches un vistazo a estos ejercicios contra la flacidez en los brazos y a estos otros para tonificar el tríceps.

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