Los esmaltes de uñas están compuestos de muchas sustancias químicas, la mayoría tóxicas. Principalmente, los tres componentes tóxicos de los esmaltes de uñas que son peores para nuestra salud y dañan el medio ambiente son tres barnices: el formaldehído, catalogado por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer como componente “cancerígeno”. El tolueno es una resina también cancerígena si la exposición es prolongada, puede provocar problemas respiratorios y alergias. Y el ftalato de dibutilo (DBP), producto que está catalogado como sospechoso de ser un disruptor endocrino.
Afortunadamente, algunos fabricantes de esmaltes han abierto los ojos y se han preocupado por investigar y crear productos menos dañinos. Aún no se ha conseguido dar con una fórmula eficaz que sea totalmente eco, pero al menos ya encontramos en el mercado esmaltes sin los tres tóxicos mencionados. Son los llamados 3-free, que los encontramos en marcas como O.P.I, que tiene una amplia gama de colores y China Glaze.
Pero también podemos encontrar los 4-free (que además carece de la resina del formaldehído). En esta categoría se encuentran esmaltes como Spa Ritual y Kure Bazaar.
Y los 5-free, sin todos los componentes anteriores, ni tampoco alcanfor. Aquí encontramos Mavala, los de bajo coste, Catrice y Essence, la marca Santé (que aunque no al 100% es casi orgánica), la marca vegana Zoya y Benecos.
Si además quieres cuidar el medio ambiente, te sugerimos utilizar un esmalte de base acuosa (o water base), que utilizan el agua como solvente, por lo que su composición química es mucho menor que el resto de los esmaltes del mercado. Lo encuentras en la marca Scotch Naturals, Sundara y Hopscotch Kids, un esmalte para niños.
Busca tu esmalte libre de tóxicos, no te cortes en preguntar en tu tienda o de mirar los componentes de tu esmaltes. Favorecerás tu salud y ayudarás a cuidar el medio ambiente.
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