Cómo aplicar los polvos bronceadores o de sol

Los polvos bronceadores o de sol son un imprescindible para dar color a la piel y conseguir un tono bronceado muy favorecedor. Aprende cómo sacarle el máximo partido a este cosmético tan usado en los meses de calor. Ilumina tu rostro y dale un aspecto bronceado aunque todavía no hayas pasado ni un día en la playa o en la piscina. Si quieres lucir un tono de piel natural, moreno y resplandeciente, toma nota de los siguientes consejos y recomendaciones para aplicar los polvos bronceadores, también conocidos como polvos de sol o terracotta.

¿Qué son los polvos de sol?

Los polvos de sol o bronceadores se han convertido en un básico en cualquier neceser. Es verdad que los polvos de sol se suelen utilizar más en verano, pero la realidad es que los puedes aplicar todo el año. Los polvos bronceadores sirven para dar un toque bronceado a tu rostro. Este producto, por norma general, viene en formato polvo (aunque también existen polvos de sol en crema, gel…) y se caracterizan por tener una pigmentación más oscura que unos polvos compactos tradicionales. Normalmente tienen un color anaranjado, marrón, café o dorado. En algunas ocasiones, también se utilizan los polvos de sol para realizar la técnica de maquillaje conocida como contouring. Los polvos de sol los puedes encontrar en cualquier firma cosmética, tanto de lujo como low cost.

Cómo se aplican los polvos bronceadores

A la hora de aplicar los polvos bronceadores hay que tener mucho cuidado, por que es muy fácil caer en el «efecto máscara». Los polvos terracotta tan solo deben dar un toque bronceado y dorado al rostro, no caigas en el error de aplicar demasiado producto y pasarte con el moreno. A continuación, os contamos cómo se aplican los polvos bronceadores de manera correcta.

Para que los polvos de sol queden naturales debes aplicarlos sobre el rostro limpio o sobre tu base de maquillaje habitual.
Es muy importante que eliges una brocha adecuada para aplicar los polvos de sol. Pasa la brocha (mejor una tipo Kabuki con el mango corto y de forma redondeada o una larga y plana) por los polvos con suavidad para no coger demasiado producto y sacúdela un poco para retirar el exceso. Recuerda limpiar la brocha de manera periódica.
A continuación, con movimientos rápidos circulares pasa la brocha por los laterales de la frente, las mejillas y la barbilla. Luego difumínalos por el resto del rostro y especialmente hacia la línea del cuello para que no se note el contraste.
Si todavía no estás morena, pasa también la brocha por los hombros, el cuello y el escote para lograr un look bronceado y que no se aprecie la diferencia entre la cara y el resto del cuerpo. Los polvos bronceadores no sirven solo para el rostro, sino que se pueden utilizar en otras partes del cuerpo.
También puedes aplicar un poco de colorete en tonos rosas para conseguir un look fresco y juvenil, junto a los polvos bronceadores.

Trucos con polvos bronceadores

Está sería la forma básica de aplicación de los polvos de sol. No obstante, también puedes recurrir a ellos para esculpir tu rostro o conseguir distintos efectos. Aquí tienes diferentes trucos que te pueden ayudar a sacarle el máximo partido a los polvos bronceadores.

Si tienes la tez oscura, puedes sustituir el colorete por unos polvos bronceadores. Con los polvos de sol realzas tus mejillas.
Si tienes la piel seca, te van a quedar mejor los polvos bronceadores en textura de crema o barra.
A la hora de elegir tus polvos bronceadores ideales, no optes por tonos muy anaranjados o con muchos brillos, ya que pueden provocar un efecto muy artificial.
Para que el moreno en tu piel sea más intenso, aplica un poco más de cantidad en nariz, mejillas y frente.
Para un efecto natural, utiliza unos polvos mate. Para las noches o un acontecimiento especial, recurre a polvos de sol con brillo.
el iluminador, puedes utilizar los polvos de sol para lograr afinar tu rostro extendiéndolos por la zona alta de los pómulos.
Otra forma de aplicar los polvos bronceadores consiste en dibujar con la brocha a ambos lados de la cara un tres (desde el medio de la frente hacia la sien, después hacia el pómulo y hasta la barbilla) y finalizar con un toquecito en frente, barbilla y nariz.