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Acné en adultos y su tratamiento para lucir una piel sana. A pesar de la creencia popular de que el acné es solo cosa de adolescentes, cerca del 10% (el 2% si hablamos de personas mayores de 50 años) de los adultos sufren estas imperfecciones en la piel. El acné juvenil es diferente al acné adulto, por lo que muchas veces este tipo de acné no responde a los tratamientos que podemos encontrar en las tiendas o incluso a los tratamientos dermatológicos que se realizan en clínicas especializadas. En la mayoría de los casos, este acné es provocado por desequilibrios hormonales.
Estos desequilibrios hormonales que son los causantes del acné adulto, normalmente están influenciados por la presencia de andrógenos en el cuerpo que son los que estimulan la segregación de las glándulas sebáceas. Un claro ejemplo de son los andrógenos producidos durante la menstruación que es por lo que la mayoría de las mujeres tienen más granitos durante estos días.
Otras causas que pueden provocar la aparición de acné en personas adultas es el estrés, condiciones físicas causadas por ciertas enfermedades (alopecia, obesidad, infertilidad, diabetes…), etc. En los adultos, estos ataques de acné aparecen generalmente alrededor de la mandíbula y en la barbilla.
Los tratamientos que vamos a plantear a continuación no sólo están enfocados a combatir el acné, sino también a evitar que queden feas cicatrices después. De todas formas desde aquí te recomendamos que acudas a tu médico antes de utilizar cualquiera de estos tratamientos, ya que al igual que cada persona es distinta, el acné no es igual en todos los que lo sufren.
- Tónicos y lociones de cara: pensados para casos leves de acné, además de eliminar el exceso de grasa en el rostro, mantiene la piel limpia y sin impurezas.
- Antibióticos (vía oral): para casos de acné que van de moderado a severo, combaten la inflamación y reducen la presencia de bacterias.
- Medicamentos con Isotretinoína: los más conocidos son Roacutan o Accutane, se usan para combatir el acné en los casos más severos. Estos medicamentos resecan toda la piel y es imprescindible que esté controlado de cerca por un médico.
- Antibióticos tópicos: son cremas que usan directamente sobre la zona afectada.
- Dermabrasión o peeling: tratamientos que eliminan las capas superficiales de la piel también pueden ayudar a reducir el acné.
- Láser: ataca directamente las glándulas sebáceas haciendo que se produzca menos grasa ya que atacan a las capas interiores de la piel sin afectar a la superficie.
- Geles especiales con acné con peróxido de benzoyl o con aloe vera, además de reducir el acné, alivia el dolor que puede llegar a producir esta enfermedad de la piel.
Aquí te hemos querido mostrar algunos de los tratamientos que te pueden ayudar a tener una piel más sana y evitar los problemas e incomodidades que origina esta enfermedad de la piel. Solamente recordarte que para elegir cual es el tratamiento que más le conviene a tu piel, es imprescindible que consultes con tu médico.
