El estrés durante el embarazo provoca partos prematuros

El estrés puede ser un peligroso enemigo para la salud y, en especial, durante el embarazo, entre cuyas consecuencias se incluye, como han constatado diversos estudios, el ser uno de los factores de riesgo de parto prematuro. No solo los cambios físicos y emocionales que se producen durante el embarazo pueden conllevar una carga extra de ansiedad, sino el propio ritmo de vida que llevamos y, en especial, el exceso de responsabilidades (familiares, laborales…) que nos generan tensiones y cansancio. Estrés que puede pasar factura durante el embarazo y el parto.

Estrés de la embarazada

El estrés y la ansiedad activan la producción de cortisol y de adrenalina, lo que nos afecta tanto a nivel físico como emocional, con trastornos que en ocasiones no relacionamos con el estrés, como el dolor de espalda, dolor de cabeza o falta de apetito. Durante el embarazo el estrés está asociado a un mayor riesgo de:

  • Parto prematuro
  • Dificultades en el parto (distocia hipertónica)
  • Hipertensión arterial
  • Aborto espontáneo
  • Retraso en el crecimiento intrauterino
  • Malnutrición fetal
  • Hipoxia materna (falta de oxígeno en el cerebro)

Estudios sobre estrés

Las consecuencias de vivir episodios o situaciones estresantes han despertado la atención de los investigadores, y entre los estudios publicados, y que subrayan la importancia de no subestimar sus signos y síntomas, se incluye el que analiza el efecto de la tensión causada por un terremoto (en concreto, la referencia para el estudio fue el terremoto de 7,9 grados de magnitud en la escala Richter que se produjo en Tarapacá, Chile).

Según este estudio, las mujeres que padecen estrés durante el segundo y el tercer mes tienen más riesgo de padecer un parto prematuro. Estas conclusiones han sido analizadas por dos profesoras de la Universidad de Nueva York, Florencia Torche y Karine Kleinhaus, que llegaron a la conclusión de que las embarazadas que sufrieron el seísmo de forma más intensa tuvieron un periodo más corto de gestación y mayor riesgo de parto prematuro antes de 37 semanas de embarazo. El terremoto provocó tal cantidad de estrés a estas mujeres que fueron la clave para realizar el estudio.

En este caso fue el seísmo de 7, 9 grados en la escala de Ritcher lo que provocó que se redujesen los nueve meses de embarazo y estas mujeres experimentasen síntomas de parto prematuro. Pero hay otros factores que también ponen en riesgo la salud de las embarazadas, como llevar un estilo de vida poco saludable durante el periodo de gestación (consumo de alcohol, tabaco, sedentarismo, dieta desequilibrada…).

Salud y embarazo van estrechamente unidos y los cuidados que se han de tener durante los nueve meses han de ser los máximos posibles.

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