Cuidados de la piel del bebé: Errores más comunes

La piel del bebé es extremadamente fina, lo que lógicamente la hace más frágil. Delicadeza que puede llevarnos a pensar que requiere el doble de cuidados y, sin darnos cuenta, cometer alguno de los errores más comunes en el cuidado de la piel del bebé. Te contamos cuáles son.

La fragilidad de la piel del bebé nos lleva, en más de una ocasión –sobre todo en el caso de los padres primerizos– a extremar su cuidado. Sí, es frágil y fina, pero el exceso de cuidados no siempre es la solución. De hecho, lavar mucho a los bebés es uno de los errores más comunes en el cuidado de la piel del bebé, y en el que más inciden los especialistas en dermatología.

Cuidados piel bebé: errores más comunes

Tal y como hemos señalado, lavar en exceso al bebé es un error muy común, pero no el único. De hecho, los especialistas en dermatología infantil señalan que no es necesario bañar al niño todos los días. Vamos a ver a continuación que aspectos o hábitos para el cuidado de su piel conviene modificar:

Baños muy largos: Los baños demasiado largos no son muy aconsejables. Además, hay que utilizar siempre productos (jabones y cremas hidratantes) suaves para mantener inalterable el manto hidrolípico natural de la piel. Es decir, cremas que ayuden a evitar que se pierda la hidratación.
Utilizar fotoprotectores en los bebés de menos de seis meses. Hay que evitar la exposición al sol de los más pequeños, siendo suficiente con 5-10 minutos de sol en cara y manos para conseguir todos los beneficios que el sol reporta al organismo. Antes de los seis meses es aconsejable no aplicar fotoprotectores en la piel del bebé, ya que tienen componentes que pueden bloquear el funcionamiento natural de la piel.
La sombrilla no protege: Pensar que la sombrilla evita por completo la acción de la radiación solar es tan erróneo como que los días nublados no hay riesgo de quemaduras o insolaciones por exposición. Aunque haga menos calor, eso no quiere decir que el sol siga actuando.
Aplicar crema hidratante en caso de dermatitis atópica: Las lesiones causadas por la dermatitis atópica deben tratarse con cremas específicas, siendo importante visitar al especialista en dermatología pediátrica. Solo se debe aplicar crema hidratante después de haber utilizado la específica, esperando al menos 20 minutos. Hay que señalar que la dermatitis atópica es un problema de la piel cada vez más frecuente entre los niños, una afección que se manifiesta en forma de brotes. Los especialistas apuntan a los baños excesivos entre las causas de este aumento de los casos de dermatitis atópica.
Evitar las cremas con cortoides: Es algo habitual entre los padres al considerar que pueden tener efectos secundarios. Sin embargo, las cremas con corticoides para el cuidado de la piel son bien toleradas y no suponen ningún riesgo, tal y como avalan los especialistas en dermatología. El problema, en este caso, viene cuando se utilizan en exceso, lo que provoca que la piel se habitúe –lo que se conoce como taquifilaxia-, obligando a aumentar la dosis de crema a aplicar. Hay que aplicar siempre la crema –tipo, dosis…- prescrita por el pediatra o dermatólogo.
Exceso de besos al bebé: Lógicamente, al ver al bebé nuestra reacción es darle un beso, pero hay que tener cuidado porque su piel, precisamente por ser más fina, está más desprotegida frente a infecciones muy comunes, como el herpes labial, el cual puede contagiarse fácilmente a través de los besos.