Alimentación niños: Remedios para impulsar sus defensas

defensas niños
Los más pequeños son más vulnerables a virus y bacterias, pero con una serie de sencillos remedios para impulsar sus defensas, con la alimentación como protagonista, podemos reforzar su sistema y conseguir que crezcan con una salud de hierro. Unas prácticas recetas y preparados herbales ayudarán a reforzar su inmunidad, sin olvidar otros consejos como el dormir un número suficiente de horas, practicar deporte y jugar al aire libre en horas de luz solar. También es importante moderar el consumo de dulces y de alimentos demasiado ricos en azúcares.
 
¿Cómo podemos fortalecer el escudo protector de las defensas en los niños? La alimentación sana tiene la respuesta, poniendo en práctica unos sencillos consejos dietéticos y unas prácticas recetas que permitirán que afronte los cambios de estación con una salud de hierro.
 

Zumos a diario

Zumos de frutas como las naranjas o las granadas no solo fortalecen sus defensas, sino que refuerzan la mucosa del aparato respiratorio y digestivo, evitando la entrada de gérmenes invasores y responsables de dolencias como las gastroenteritis o los catarros. Es aconsejable que los más pequeños inicien el día con un buen desayuno, en el que no debe faltar un zumo, preparado con naranja y granada. Ésta última se puede sustituir por fresas o manzanas rojas.
 

Calabaza en el puré

Una de las formas más eficaces de incrementar la ingesta de vitamina A –nutriente que activa la respuesta del organismo frente a las infecciones- es añadir al puré infantil calabaza o boniato. También podemos añadir taquitos de calabaza a los platos infantiles de pasta o acompañante del pescado.
 

Aceite de oliva

La vitamina E, presente en el aceite de oliva virgen, mejora la respuesta inmunológica, siendo muy recomendable sobre todo en niños que no comen mucha verdura o fruta a diario. Para aportar a su dieta un extra de vitamina C, ácido fólico y selenio –nutrientes esenciales en el buen funcionamiento de las defensas-, podemos mezclar el aceite de oliva con un diente de ajo y unas ramitas de perejil, para utilizar la combinación como aliño de sus platos.
 

Própolis

Si el niño tiene tendencia a padecer problemas de garganta (amigdalitis, faringitis…), el extracto de própolis y equinácea, mezclada con agua. Un preparado que constituye un potente antibacteriano y antiviral que ayuda a incrementar la producción de anticuerpos.
 

Lácteos fermentados

Para que los más pequeños crezcan sanos y fuertes también hay que cuidar el estado de su intestino, órgano en el que por cierto residen el 80% de las células inmunitarias. La merienda es el momento ideal para incluir lácteos fermentados, aliados del intestino y de la dieta infantil. Podemos optar por vaso de kéfir (alimento que mejora la absorción de los nutrientes) con plátano, o por el queso fresco o el yogur. La leche fermentada restaura la flora intestinal y modula el sistema inmunitario. El yogur es un alimento rico en bacterias buenas; acompáñalo de nueces o galletas de avellana.
 

Dulces

El exceso de azúcar dificulta el funcionamiento del sistema inmunológico, además de favorecer el exceso de peso (sobrepeso infantil) y la aparición de caries dentales. Por ello, entre otros consejos, conviene moderar el consumo de dulces, optando mejor por la fruta fresca para los postres, y por la miel en lugar del azúcar, ya que además de ser beneficiosa tiene propiedades antisépticas. Las golosinas, mejor sustituirlas por frutas desecadas (orejones, dátiles…).

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