Alarma por la malnutrición infantil en España. La crisis económica no sólo afecta a los mayores, sino que uno de los grupos más perjudicados son los niños. Según un estudio elaborado por varias organizaciones no gubernamentales, uno de cada cuatro menores de 16 años no come de forma equilibrada lo que repercute en su salud debido a los pocos ingresos de los que disponen sus padres, que se ven incapaces de ofrecer a sus hijos una alimentación sana y variada.
La crisis económica que atraviesan algunas familias españolas les impide poder dar a sus hijos los alimentos necesarios para que crezcan fuertes y sanos. Adquirir pescado, fruta o carne, es para muchos padres un reto imposible debido a sus problemas económicos, motivados por la falta de trabajo.
Según el estudio elaborado por varias asociaciones, la malnutrición infantil afecta al 25% de los niños españoles, muchos de los cuales sufren obesidad infantil, ya que el hecho de no llevar una dieta sana y equilibrada en la que nunca deben faltar las frutas y las verduras, también provoca esta enfermedad que cada vez afecta a más pequeños por diversas causas. Algunos porque sus padres no pueden alimentarles correctamente debido a la crisis y otros porque abusan de la comida rápida y no siguen unos hábitos alimenticios saludables.
Para poner remedio a esta situación, entidades como Cáritas, Fedaia o Cruz Roja han pedido que se refuercen las ayudas económicas que se dan a las familias para que los niños puedan quedarse en el comedor del colegio. Según, explican en su informe está es ‘la única garantía para muchas familias para alimentar de forma equilibrada a sus hijos’.
No obstante, la falta de recursos económicos no solo afecta a la alimentación de los pequeños. ‘Esta situación desencadena problemas psicológicos que, a su vez, repercuten en el fracaso escolar y, por lo tanto, genera una espiral de exclusión social que se debe parar’ ya que los niños en cuyas casas se vive una fuerte crisis económica tampoco tienen ropa adecuada, ni pueden acudir a actividades extraescolares y, por supuesto, tampoco rinden bien en clase.