Agenda escolar: ¿cómo planificar el año de nuestro hijo? Las clases del colegio, las clases particulares, los deportes extraescolares, las horas de ocio, de comidas, de estudio, etc. son muchas las cosas que los pequeños hacen durante su etapa escolar y ahora que está a punto de volver la rutina de las clases, los estudios, etc es necesario que tengamos bien planificado el tiempo que tiene el niño y las cosas que tiene que hacer. No sobrecargar a los pequeños con demasiadas cosas para no agotarlos y permitir que tengan tiempo suficiente para hacer correctamente sus deberes y su estudio, sin olvidar de que el deporte es bueno para ellos. ¿Lo planificamos juntas?
Ya se están acabando las vacaciones y es hora de ponernos manos a la obra para comprar los nuevos libros de texto, los bolígrafos, carpetas, mochilas, cuadernos y todo aquello que los pequeños de la casa necesitan para poder hacer correctamente los deberes y estar al día en clase.
Uno de los elementos que consideramos imprescindibles desde bien pequeños, son las agendas escolares. ¿Por qué? Pues porque si nosotros tenemos que organizarnos nuestro tiempo y tenemos que saber qué parte de él lo dedicamos a ciertas cosas, en el caso de nuestros hijos el proceso no ha de variar mucho.
Por otro lado, también es sumamente interesante que desde que tienen uso para planificarse, comiencen a anotar todas las cosas que tienen que hacer en ella. De esta forma se darán cuenta de todas las actividades que han de realizar, así como los ejercicios y plazos para entregar los deberes o los trabajos, las horas de reuniones de los padres con los profesores, los días de los exámenes, etc.
¿Cómo planificar el año de nuestro hijo?
En lo que a nosotros respecta, tenemos que ser muy constantes en la educación de nuestros pequeños. Así como estar atentos a todo lo que acontece en sus vidas y formar parte de ellas en la medida de lo posible.
Por ello debemos estar al día sobre sus tareas diarias, y acudir a su agenda es una buena opción. No hay que olvidar que ayudar a nuestro hijo con los deberes hará que conozcamos cosas de él que nos pueden ayudar (y a él también) en un futuro, así como conocer de primera mano qué hace y qué no hace nuestro pequeño.
Cuando son de menor edad, tenemos que ser nosotros, en gran medida quienes planifiquen su tiempo. ¿Qué cosas han de hacer los niños y cuánto tiempo han de dedicar a ello?
- Tiempo de estudio y de deberes. Este tiempo lo marcaréis entre vuestro hijo y tú, en función también del curso en el que se encuentren, de la capacidad de nuestro hijo, etc. es el factor principal a tener en cuenta, y todo lo demás deberá estar condicionado a que el pequeño tenga tiempo suficiente como para hacer las tareas diarias y dedicar parte del tiempo al estudio.
- Horas extraescolares. Es muy beneficioso para los niños acudir al menos dos o tres veces por semana a alguna actividad extraescolar en la que conozcan a otros niños y fomenten alguna parte importante para ellos y para su futuro. ¿A qué podemos apuntarle? Pues principalmente a algún idioma, como por ejemplo el inglés que cada vez es más fundamental no solamente para encontrar trabajo, sino para acceder a puestos de mayor importancia y podernos relacionar con más gente, o también a algún deporte, como por ejemplo el karate o taekwondo que tiene muchos beneficios en los más pequeños.
- Tiempo de descanso. Aunque nosotros estamos estresados y hacemos todo deprisa y corriendo, hay tiempo suficiente para que el niño haga todo lo que tenemos previsto y además tenga el tiempo necesario para distraerse y descansar. Los niños para poder rendir mejor en la escuela han de dormir al menos ocho horas diarias. No le atosigues con demasiadas cosas que hacer si eso impide que su rendimiento escolar empeore por la falta de sueño.
- Tiempo de ocio. Deja que tu hijo se divierta, bien con sus amigos, ordenador o consola. Eso sí, en este caso marca un horario fijo, no es bueno dejar que nuestro hijo juegue tantas horas quiera, ni esté delante del ordenador, durante todo el día. De hecho, y como recomendación, los ordenadores no deberían estar en las habitaciones de los niños, ya que con ello se entretienen en exceso impidiendo de esta forma que rindan correctamente.
Como adultos que somos, ¿por qué no se lo ponemos fácil a los pequeños y les ayudamos a organizar su tiempo de la mejor forma posible?